Cerré los ojos con fuerza, y cuando los volví a abrir, Regina estaba parada en frente de mí, me tenía tomada por los brazos y parecía asustada. Me senté de golpe. Miré a mi alrededor y me di cuenta de que solo estaban ella, Andrés y Ale. Volví a realidad. Y rompí en llanto. Llamé por Max. Llamé por Max hasta cansarme. Solo escuché a Regina decir: Aplícale un calmante. Y entonces, todo se apagó.
Narra Max…
Aún se debatía un poco entre mis brazos cuando entró Regina. La abracé más fuerte todavía, como si eso pudiera evitarle el sufrimiento.
Max: ¿Por qué no despierta? Está teniendo una pesadilla, pero no he conseguido hacerla volver en sí – pregunté preocupado y con lágrimas aún cayendo de mis ojos
Regina: No va a despertar hasta mañana, Max. Hace unas horas, despertó muy alterada y tuvimos que aplicarle un calmante – me dijo serena. Al parecer no era la primera vez que veía algo así
Max: ¿Y por qué no me llamaron? ¿Sabías de estas pesadillas antes de aplicarle el calmante?
Regina: Tenía una idea, pero nunca pensé que fueran tan severas – confesó con pesar
Max: Ella no puede con esto, Regina. A duras penas puede con su alma cuando esta despierta. Obligarla a dormir y tener que soportar estas pesadillas es lo peor que le pueden hacer – aflojé un poco mis brazos en cuanto me di cuenta que empezaba a calmarse. – Me voy a quedar con ella esta noche. No la voy a dejar sola. Si consigue despertar, quiero estar aquí para ella
Regina: Esta bien. Sólo no puedes dormir en la cama con ella. Tendrás que quedarte en el sillón - -
Max: No. – La interrumpí – No la voy a soltar en todo el tiempo que esté aquí – Regina asintió y salió del cuarto. Andy ya estaba tranquila. Y entonces mi lágrimas cesaron. De pronto sentí una mano en el hombro. Volteé y entonces recordé que mi madre había venido conmigo – Mamá. Yo… lo siento, me olvidé por un instante que habías venido conmigo
Margarita: Está bien, hijo, no te preocupes – me sonrió intentando reconfortarme – llamaré a tu papá para que venga por mí. Tú quédate con Andy, que ella te necesita – asentí con la cabeza, y entonces se despidió de mí, saliendo del cuarto. Yo me quedé inmóvil. En la misma posición en la que abracé a Andy
La recosté en la cama, y me acosté a su lado. De nuevo la envolví en mis brazos y puse su cabeza en mi pecho. Si ella no podía despertar, yo al menos haría lo que estuviera en mis manos para evitar sus pesadillas. Y abrazarla como lo estaba haciendo ahora siempre había funcionado…
Narra Andrea….
Fui despertando poco a poco, pero me sentía mareada y desorientada. Empecé a ver a mi alrededor y todo me giraba. Cerré los ojos con fuerza y al abrirlos de nuevo, todo ya estaba en su lugar, pero aún me sentía desorientada. Intenté enderezarme, pero algo en mi cintura me lo impidió. Volteé hacia arriba, y entonces lo vi. El hombre que había hecho tanto por mí. Que prácticamente estaba dedicando su vida a mi bienestar. El hombre que estaba removiendo cosas en mí. Cosas de las que me había convencido a mí misma que no era capaz de sentir, que no tenia derecho a sentir. Alcé mi mano y empecé a acariciar su mejilla. Esa sería por siempre mi manera favorita de despertar, y de despertarlo
Andy: Max – lo llamé sintiendo mi garganta seca. ¿Por cuánto tiempo dormí? – Max – le volví a llamar, moviendo mi pulgar por su mejilla. ¿Cuándo llegó? ¿Y qué hora era ya? Giré mi cabeza hacia la ventana y aun se veía obscuro. Me pregunté si debía despertarlo, y cuando decidí que lo mejor era dejarlo dormir, él se había despertado. Le sonreí sin quitar mi mano de su mejilla. Tenía la cara adormilada y los ojos hinchados. Eso amplió mi sonrisa. De seguro yo me veía igual. Entonces recordé todo lo que paso antes del calmante. El calmante. El calmante no me había dejado despertar de mi pesadilla, pero de pronto la misma se esfumó. Se esfumó y de seguro fue por Max. - ¿Hace cuánto tiempo estas aquí?
Max: No lo sé – giro a la ventana. Tras ver lo mismo que yo vi hace unos segundos, soltó mi cintura solo para ver su reloj de pulso. Y entonces regreso la mano a mi cintura. – Desde las seis y media, siete. Y ya es de madrugada. Son las seis de la mañana. Dormiste casi catorce horas – Lo miré atónita. Catorce horas. Era lo más que había dormido involuntariamente. Y sin pesadillas. Como si leyese mi mente, volvió a hablar – Cuando llegué estabas teniendo una pesadilla. Intente despertarte, pero entonces Regina me dijo que te habían sedado porque habías despertado muy agitada. No sabía que hacer para que la pesadilla se fuera, entonces sólo te abracé, y poco a poco te calmaste – su voz se quebró y pude notar las lágrimas aglomerándose en sus ojos – Ya que no te removías, me acosté contigo. No te iba a volver a dejar sola cuando más necesitabas – una lágrima le abrió el camino a todas las demás – No lo iba a volver a hacer…
Lo siento ayer no me dio tiempo de subir este cap :( Espero que lo disfruten y no olviden comentar 💜 Ah, una cosita mas: tiene que recordarme lo que digoo!! 😂😂 la semana pasada les dije que les daría un cap de compensación el lunes y no lo subí. Recuerdenme chicas!! 😂😂 Ya que eso ha quedado dicho, más tarde subiré el que les debo del lunes. Ya casi se acerca el besoooo 😍 muchas gracias por leerme y espero que estén disfrutando de este viaje tanto como yo 💜💜
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Cuando No Es Como Debería Ser...
RomanceElla no creía en el amor, pero el destino tiene otra cosa preparada para ella. ¿Sera capaz de aceptar y afrontar lo que venga? ¿O preferirá ignorar todo eso que es tan obvio para todos menos para ellos dos?