stillwater ━━━ jonahmarais!

Capítulo 47.

Jack.

Con cuidado pero con prisa, logramos llegar hasta el Instituto, Luke ayudaba a Wes a sujetar a Jonah y yo me encargaba de Zach.

Ambos habían sufrido un par de quemaduras en las piernas antes de poder apagar el fuego, y era obvio que caminar para ellos era casi imposible por el dolor. Al llegar al lugar donde dejamos a los otros chicos, dejé a Zach sentado sobre una camilla quejándose del dolor, me percaté de que dejaron a Jonah a un lado de Zach, Luke buscó rápidamente algunas cosas para parar el dolor, les hizo beber un líquido amarillo un poco viscoso y unos minutos después de esperar, dejaron de quejarse un poco.

Luke salió, diciendo que debía encargarse de los cuerpos de ambos hombres antes asesinados.

—Dime si te duele —le digo al chico frente a mi, mientras comienzo a limpiar las heridas con los que Luke nos dejó — ¿Ya no duele tanto?

—Lo que Luke nos dio ayudó, tranquilo —me regaló una sonrisa forzada, y sin darme cuenta, dirigí mis labios a su frente. — Estoy bien, en serio.

Le sonreí y seguí limpiando, al parecer esa cosa que Luke les dio había servido no sólo como analgésico, también como un anestésico, lo cual ayudaba a que pudiera limpiar sus heridas sin que le molestara demasiado.

—No llegué a ver toda la pelea, pero estoy seguro de que tú y Wes hicieron un buen equipo, ¿ya arreglaron todo? —preguntó.

Levanté la mirada encontrándome con la suya, tenía un morado en el ojo derecho y algunas heridas pequeñas en el resto del rostro y al verlo así, no me arrepentí de haber matado a aquel hombre. Desvíe un poco mi vista a la pelirroja que reía con él morocho frente a ella mientras curaba las heridas de su rostro con pequeños besos.

Volví a mirar a mi angelito y solté un suspiro.

—No te molestes conmigo, pero, antes cuando aún estábamos buscando a esos hombres Wes dijo algo... —hice una pausa. Lo menos que quiero es ponerlo en su contra, o que parezca que lo hago.

—¿Qué dijo? —presionó. Terminé de vendar las heridas de sus piernas y luego lo miré. Coloqué mis manos en el metal de la camilla, rodeandolo con mis brazos.

—Ella me dio a entender que haberme ocultado lo de mis padres no fue para tanto, y claro que lo fue, yo merecía más que nadie saber esa información antes —me detuve cuando noté que empezaba a subir el tono de mi voz. — Y además de reclamarme por alejar a las personas cuando las cosas no me salían bien, me dijo que no entendía cómo es que tú me soportaba y la...

—¿Ella lo dijo? —preguntó un poco sorprendido. — ¿Lo dijo o lo dio a entender y tú lo captas te mal?

—Lo dijo, así de claro como te lo acabo de decir, pero sé que es tu amiga, casi tu hermana y no quiero que te molestes con ella por mi culpa —acuné sus mejillas en mis manos obligándolo a mirarme. — Que yo no la quiera en mi vida no significa que tú debas reclamarle algo, eso que hizo, ocultar la información fue contra mí, ¿de acuerdo? No quiero que creas que estoy intentando que me des la razón a mí y la alejes por mi culpa, ella es tu familia y respeto eso porque de igual forma, tú también eres la mía. Sólo no me pidas perdonarla. —y dicho eso, con lentitud acerqué mis labios a los de él, fue un beso suave pero bastante cargado de emoción, sólo habían pasado unas horas y no me había dado cuenta de cuánto había extrañado su textura sobre la mía.