Capítulo 36.

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alerta hot, ahre

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alerta hot, ahre.

Corbyn.

Mis labios atacaban con furia los de la pelirroja, no perdí tiempo en cerrar la puerta y me encargué de ponerle el seguro con magia para que nadie pudiera entrar.

La pegué a la pared de a lado con fuerza, provocando un sensual suspiro de su parte, lo que también provocó que me pusiera duro al instante, sus manos recorrían mi espalda debajo de la camisa, dejando un rastro de rasguños que disfrutaba.
Mis manos pasaron de su cintura a su trasero para apretarlo contra mi.

Wes se separó un momento para mirarme, se veía jodidamente caliente, con los labios rojos y entreabiertos y la respiración cortada.

—Sólo quiero asegurarme que sabes que esto sigue siendo sin compromiso —dijo.

—Tranquila, estoy disfrutando esto como para arruinarlo —le sonreí y volví a atacar sus labios.

Mis manos seguían en su trasero así que volví a hacer presión con ellas, los pequeños gemidos que Wes soltaba me ponían duro cada vez más, era muy sensual escucharlo. Así que llevé mi boca a su cuello para dejar en el mis besos húmedos y uno que otro mordisco, Wes no se quedó atrás y llevó sus manos a mi camisa para finalmente retirarla y paseó sus preciosos labios por mi pecho dejando besos, imité su acción y le quité la blusa de una vez dejando a la vista sus pechos, pero su brassier aún me estorbaba, lo quité con habilidad y pronto me llevé uno a la boca para saborearlo, recargo su cabeza contra la pared arqueando la espalda y llevando sus manos a mi cabello, haciéndome saber que esto le gusta.

Después de un pequeño mordisco llevé mi atención a su otro seno para atenderlo como se merece, teniendo como recompensa sus gemidos.

De pronto me sentía con ganas de más así que desabroché sus pantalones y me separé un poco para que ella sola se deshiciera de ellos mientras yo hacía lo mismo conmigo, al deshacerse de mi ropa me di cuenta de que ni siquiera había pasado mucho entre nosotros y yo estaba a nada de explotar si no actuaba rápido.

Ahora entendía porque Jonah seguía luchando por ella, la chica es caliente y puede provocar mucho en sólo segundos.

Una parte de mi me decía que estaba mal meter mi amiguito donde no debía, pero justo ahora, como están las cosas eso no me importaba, hacia un tiempo que no tenía sexo con alguien y estaba ahogandome con los problemas y no iba a decirle que no a Wes. Aún si eso dañaba a Jonah.

—Te quiero contra la pared —le exigí, ella mordió su labio inferior y me obedeció. Estaba seguro de que ella lo estaba disfrutando, había quedado claro que Daniel no le estaba dando lo que ella quería.

Me pegué contra ella a propósito, escuchándola jadear, una de mis manos tomaron su cintura y la otra la llevé más allá, metiéndola en su entrepierna, mi mano hizo su trabajo mientras besaba su cuello y la apretaba contra mi, sentí como su cuerpo se tensaba y alejé mi mano antes de que pudiera venirse sólo para molestarla, bufó pero no la dejé hacerlo porque giré un poco su rostro para besarla humedamente, llevé mis labios desde su boca a su cuello y de ahí seguí bajando, besando su espalda mientras mis manos la acariciaban por los lados de su increíble cuerpo, llegué a su trasero, dónde dejé un par de besos más, era perfecto para mí, y me encantaba que ella dejara que yo hiciera lo que quisiera con ella.

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