stillwater ━━━ jonahmarais!

Epílogo.

six years later.

Le di un último vistazo a la habitación en la que Jonah y yo habíamos pasado tres días decorando. Sonreí porque había quedado perfecta y esperaba que los chicos agradecieran el esfuerzo.

Dejé en el piso la caja que le había llegado a Corbyn por la mañana y luego de apagar la luz me dispuse a bajar para asegurarme de que todo fuera en orden, no es que no confiara en Jonah pero debía asegurarme de que no quemara nada.

Pero antes de poder bajar por completo los fuertes brazos de Jonah rodean mi cintura y me gira para luego dejarme en el suelo sin soltarme.

—Diablos, me asustas —le digo y sus labios atacan los míos.

—¿Con cabello negro o pelirrojo? —dice y lo miró extrañada.

—¿De qué hablas?

—Bueno, en mi mente ha estado la pregunta de, si tenemos bebés ¿de qué color sería su cabello? —sonríe. — Yo espero que la pequeña sea pelinegra y el pequeño pelirrojo.

—¿Pelinegra? ¿En serio? —digo con diversión y él entiendo por donde voy.

—Cierto... ¿Entonces todos pelirrojos? No me molestaría tener más como tú por ahí —una de sus manos suelta mi cintura y la lleva a mi mejilla, disfruto de su toque.

—Mejor que el niño sea pelinegro y la niña pelirroja —le digo. — Así hay un tú y una yo.

—Voy a pensarlo, porque yo voy a poner la semillita para hacerlos —dice y golpeo su hombro.

Me lleva hasta la cocina, huele delicioso y estoy sorprendida porque realmente no hay nada incendiandose. Los chicos llegarán dentro de poco y todo tiene que estar listo porque es una noche especial, habíamos estado esperando esto por casi dos años.

Decoramos también el lugar con globos y Jonah se encargó de colocar un cartel de bienvenida en el living para que puedan verlo.

—Me alegra que por fin hayan quitado de la lista de espera a Jack y a Zach —dice el moreno mientras saca los platos que usaremos.

—Lo sé, fue mucho tiempo pero por fin lo hicieron y la verdad es que lo que nosotros hicimos allá arriba estuvo genial, así que espero que les guste —lo ayudo a llevar los cubiertos y los vasos al comedor.

—Pues tendrá que gustarles, porque no me tuvieron aquí tres días subiendo y bajando cosas para nada.

—No seas grosero —reprocho y antes de que se defienda con algún comentario, el timbre suena.

Miró la hora y me aseguró de que no sean ellos, aún no han llegado los demás y eso arruinaría la sorpresa, dejo a Jonah arreglando el comedor para dirigirme a la puerta.

Al abrirla me encuentro con un casi castaño oscuro, Daniel está frente a la puerta sonriendo y temblando de frío.

—¡Wes! —dice y me abraza con fuerza.

—Hola, creí que llegarías de último con Corbyn —digo cuando se separa y lo invito a entrar.

—Oh, ¿por qué creíste eso? No he visto a Corbyn desde que ambos coincidimos en Italia con los Avery.

—¿Eso no fue hace cinco meses? —ambos caminamos hacia el comedor.

Es cuando me doy cuenta de que Daniel traía una caja de regalo en las manos, la cual deja sobre la mesa.

—Sí, y luego de eso no he hablado con él.

—Él mencionó que llegarían juntos —digo y Daniel se encoge de hombros.