O C H O

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Carter estaba tardando en llegar. Demasiado. Rose habia perdido mucha sangre y estaba medio incosciente.

Vivirá, al menos para que yo pueda matarla despues.

Las ruedas de un cohe se oian rodar sobre el asfalto a lo lejos. Minutos mas tardes un coche rojo paro frente nosotras.

--¿Aria, que cojones?--pregunto contemplando la escena.

--No hables y ayudame a meterla en el coche--Carter asintió y con rapidez cargo el cuerpo de la chica, deslizandola cuidadosamente en el interior del auto.

--Aria el plan...

--¡Callate!--grite. El pensaba que habia sido yo, pero no podia explicarle, no estaba segura de hasta que punto la chica estaba consciente.

--Llevame a mi casa--dije seria. El me miró extrañado.

--Esta bien

Dicho esto piso el acelerador.

Cuando me referia a mi casa, me referia a un piso que tenia alquilado en la ciudad. A veces una puede estar arta de todo y querer estar sola y no con un tio sobreprotector y tres adolescentes hormonales mas.

Giró la ultima esquina y estacionó en la puerta. Con rapidez sali del auto y el hizo lo mismo, rodeandolo para sacar a Rose de los asientos traseros. Esta se quejo un poco del movimiento y andamos direccion a la puerta.

Metí la llave en la cerradura y abri entrando yo primera para encender las luces. Carter entro detras direccion al sofa donde recostó a la rubia.

--Ve a por el botiquin--exigi y el me obedecio desapereciendo por el pasillo a toda velocidad.

De una de mis botas saqué una navaja afilada y corte su ropa dejandola solo con la falda y el sujetador.

Las heridas no eran muy profundas, asi que deduje que la habian drogado.

--Rose--dije. Ella entreabrio sus ojos y me miro. Luego miro la habitacion y suspiró--estas en mi casa tranquila.

--¿Mas tranquila?--su voz iba cogiendo fuerza--has matado a dos hombres--dijo furiosa y se guejo del dolor.

No deberia alterase tanto o se le abriran las heridas.

--¡¿Estas loca?!!--me miro sorprendida por como le hablé--tu tambien mataste a dos hombres, y te he salvado la puta vida, deberias agradecerme.

Me cruze de brazos. No tengo paciencia suficiente para esto.

--No necesito que vengas salvandome, puedo yo sola--gruño

--¿A si?--rei

Carter llego confuso con el botiquin en las manos. Cabreada me acerque a el y se lo arranque, dejandolo en la mesa que estaba frente el sofa.

--Si no necesitas ayuda, curate tu sola y te largas de mi puta casa.

Me guire para dejarlos alli en la habitacion, Carter confundido y ella...me daba igual.

--Espera--su voz sonaba entre quejidos--no se hacerlo sola.

La mire y me reí. Estaba sonrojada de la verguenza.

--Si quieres ser tan dura como dices, aun te faltan muchas cosas por saber

Eso fue lo pirmero que aprendí de ella

A R I ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora