D O C E

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No dormí en toda la noche. Ella deberia de tener 8 años cuando eso pasó. No tiene ni pies ni cabeza. Una niña de su edad no es capaz de mover un cuerpo.

Le di un sorbo a mi cafe y una calada a mi cigarro. Me dolia la cabeza de pensar tanto.

--Buenos dias--me giré y vi a Rose, se habia vuelto a poner la falda rosa que llevaba ayer, solo que con mi camiseta de color negro.

--Buenos dias--dije--¿cafe?

Ella negó

--Me voy ya.

Su voz sonaba seca y la veia con prisas recorriendo la habitacion con la mirada.

--¿Como vas a irte?--en ese momento se quedo estatica en el sitio y me miró.

--Vienen a recogerme.

Parecia que se le habia ido la cabeza. Esta nerviosa y me parecio escucharla un par de veces tragar saliba.

No dijo mada mas y salio corriendo por la puerta.

¿Que carajos le pasa a la tia esta?

Segui tomandome mi café hasta que llamaron a la puerta. Refunfuñando me driji a esta.

¿Ahora que podia relajarme?

Abri y Kimberly, Scarlet y Carter invadieron mi casa.

--¿Estais locos?--me miraron por primera vez desde que entraron--Rose podria haber estado aqui.

Me crucé de brazos y todos me miraron con cara extraña.

--Me dijiste que fuera tus ojos--habló Kimberly sacudiendo el ordenador bajo su brazo izquierdo.

Suspire y puse los ojos en blanco. Carter y Scarlet cogieron un cigarro de mi paquete y gruñi.

¿Y mis buenos dias?

Kimberly hizo espacio en la mesa del salón y planto su ordenador ahí. Luego hizo una señal para que me sentara a su lado. Se veia apurada. Los otros dos miraban de pie por detras del sofa.

--Kimb, ¿Que pasa?

--Mira esto--desplegó la pantalla y me fijé en la imagen.

Me quedé literalmente blanca.

En la pantalla se veia la imagen de una habitación, en el medio una cama de matrimonio y en ella habia una chica atada, completamnete desnuda, temblando y llorando en silencio.

Mierda

Era Rose.

Mi respiracion se habia acelerado, no entendia nada, aunque la imagen hablaba por si sola.

--Aria--habló Scarlet--la ha violado. Su padre acaba de violarla.

Volví a suspirar y me lleve las manos a la cabeza.

Controlate Aria.

--Que mas da--dije seria--igualmente tengo que matarla.

Dicho esto me levante. Cogi una pistola tres cargadores y un par de cuchillos, y sali de alli corriendo sin decir nada, ignorando por completo los gritos de mis amigos.

Tome las llaves de Carter y use su coche.

Conducia hacia su casa, no sabia porque, pero no podia permitirlo. Se que acabaria matandola, pero no habia necesidad de que sufriese de esa forma. Es algo imperdonable.

Kimberly me llamo por telefono. Contesté.

--¿Aria que haces?--sonaba preocupada y desorientada.

--Escuchame Kimberly--dije con rudeza--vas a ser mis ojos. En dos min aparcare en la parte trasera de la casa, dime si ese hombre sigue en la habitación.

--No--le temblaba la voz.

De fondo oi a Scarlet decir que estaba loca y que iba a matarme. Carter la mando a callar.

--Bien, avisame cualquier movimiento,te tendré por pinganillo.

Me coloque este, cogí mi maleta y me tapé la cara con una bufanda negra y la capucha de mi sudadera.

--¿Me oyes?--pregunto Kimb.

--Sí

Me acerque a la casa y con cuidado de que nadie me viese busqué la ventana de la habitacion que antes ví en esa pantalla y que jamas lograre borrar de mi mente.

Avisé de que iba a entrar y me confirmaron que habia campo libre.

La ventana esta abierta, asi que subí el cristal y me colé sin hacer ruido.

Rose estaba boca abajo echa un ovillo, con la miradad perdida. No habia notado mi presencia. Era como si ella no estubiese alli, solo su cuerpo, completamente desnudo.

Saqué de mi bolso una manta y unas tijeras. Primero corte la cuerda que sujetaba sus muñecas a la cama. Rose seguia sin responder.

Puse mi mano sobre su espalda. Estaba fria. Entonces se guiró, me miro y abrió la boca, pero antes de que pudiese gritar le cubrí la boca.

--Shhh--susurre destapandome un poco la cara. Su mirada volvia a ser vacia y sin vida. Sus ojos eran de un verde opaco y su cuerpo seguia temblando.

La ayudé a incorporarse. Sus heridas se habian abierto y sangraban un poco. Puse la manta alrededor de su cuerpo y la guie por la venta para que saliera. Ella correspondia todas mis ordenes como si fuese un robot, vacia, sin emociones. Una vez en el coche le di ropa para que se vistiera.

--Rose--la mire seria--¿estas bien?

Ella asintió. Aun no se habia vestido, seguia aferrando la manta a su cuerpo.

--Tengo que volver--dijo y llevo su mano a la puerta del auto.

Bloquee las salidas y pise el acelerador.

A R I ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora