A R I A

V E I N T I S E I S

Rose estaba recostada en mi cama, y yo estaba sentada junto a ella, esperando impaciente a que Thomas llegara.

Scarlet y Carter estaban en la puerta mirandonos, la chica bajo el brazo de mi amigo. Eso me resultó extraño, pero no era el momento para cuestionarmelo.

--Aria--una voz ronca captó mi atención.

Despegé la mirada de la chica y en el umbral de la puerta vi a el viejo Thomas cargando su maletin.

--Sera mejor que salgais todos y le dejeis trabajar--asentimos y eché un ultimo vistazo a Rose antes de salir de mi habitación siguiendo a James por el pasillo.

--Aria, ¿Que estas haciendo?--le miré. Mi tio parecia cansado. Tenia la barba sin cortar de hace unos dias.

Suspiré.

No se que estoy haciendo James.

--Las cosas no pueden seguir asi. Eres una Blackrose, te guste o no--le mire seria--no puedes andar por ahi con una Bluedragon. Te advertimos y ahora vas a tener que aceptar las consecuencias.

He oido muchas veces decir, que todos queremos lo que no podemos tener. Mi tio me dijo que debia conformarme y aceptar como eran las cosas, pero el mismo sabia que aunque me lo hubiese dicho apuntándome con un revolver, nada hubiese cambiado.

Aun así lo hizo. Se llevo las manos a la espalda y de ahí saco su vieja glock. Cargó y fijo el tiro a mi cabeza.

Sin borrar la sonrisa y sin bajar mi cabeza cogí aire. Kimberly, Scarlet y Carter estaban detras de mi tio James, mirandome, aguantando sus respiraciones. Kimberly hacia rato que estaba con las mejillas empapadas, llorando, sin hacer ruido.

—Aria—esta vez fue mi tio quien trago saliva—no puedo dejar que las cosas sigan asi, nos acabaran matando a todos.

—Entonces disparame—me puse seria, desafiandolo con la mirada. James tembló sobre si mismo—no puedes, y por eso no vas a hacerlo, asi que si me disculpan yo tengo....

Un disparo

Un disparo dentro de la casa hizo que todos llevaramos las manos a nuestras armas. Subieron a paso rapido las escaleras para subir al piso de arriba, menos yo. Yo ya no sujetaba mi arma. Estaba tirada en el suelo y no podia respirar.

Mi mundo se vino abajo, esto no podia estar pasando.

El disparo venia de la habitación donde estaba Rose.

No no no no

Mierda.

Escuché otro disparo. Tenia que subir. Conseguí que mi cuerpo reaccionara y subi corriendo las escaleras como si la vida me fuera en ello.

Dime Aria, ¿porque te preocupa tanto?

Mi habitación se encontraba al final del pasillo. Una vez llegue alli vi la situación y maldecí.

Rose seguia tumada en la cama, se habia incorporado un poco a pesar de que se le veia debil y se cubria con las sabanas. En el suelo yacia el cuerpo inmovil de Thomas. Habia tres hombres mas dentro aparte de lo que es mi familia. Uno de ellos tenia un tiro en el brazo. Carter disparó de nuevo y lo dejo en el suelo. Scarlet estaba escondida detras del ropero.

¿Porque se estaba protegiendo asi?

James y yo hicimos lo debido y dejamos fuera de juego a los otros dos hombres que quedaban. Se oyó un ultimo disparo antes de que el ultimo cayera al suelo.

--¡Kimberly!--un grito desgarrador por parre de Scarlet hizo que se me parase el corazón.

Kimberly estaba detras mia, asi que pude ver como todos se giraban y la miraban con los ojos saliendose de la cara. Todos gritaron su nombre. Era como si este momento estubiese pasanado a camara lenta.

Me giré con miedo, para ver como su pequeño cuerpo terminaba de caer al suelo, con un tiro en el estomago.

Me quedé alli, estatica. No sentia el cuerpo y era incapaz de moverme. Todos se echaron encima de Kimb, llorando, temblando.

Desesperados.

No podia evitar sentir culpa. Despues de todo, si no hubiese venido hoy aqui, esto no estaria pasando.

Con los ojos borrosos veia a Scarlet sacudir su pequeño cuerpo tratando de despertarla. Carter jalaba de ella para levantarla, y cuando lo consiguió esta se aferró a el llorando desesperada.

James me miró serio.

Sabia que queria decirme con esa mirada. Y he de decir que tiene razon, ahora mismo yo deberia de ser la que estubiese muerta en el suelo, y no ella.

Ahora mismo desearia que eso fuese asi, mas que nada en el mundo.