—Kyousuke, te estamos esperando desde hace media hora –riño el "Ryujin" dragón de estilo oriental de cabello bicolor plata y blanco, sus cuernos cortos sobresaliendo detrás de su nuca semejante al de un ciervo.
—Hakuryuu, Kyousuke debe de tener alguna explicación para ello –intento tranquilizar Shuu, un dragón joven de piel morena con cabellos negros con las puntas púrpuras y orbes azabache. El "Dracon" detenía del brazo al medio albino quien al final le miro por sobre el hombro en «está bien» Shuu le soltó.
—No duraras ni un día en la escuela si sigues llegando tarde a todas partes –señaló. Tomó aire —vámonos que seguro Ibuki y los demás deben estar preocupados.
Kyousuke, un "Lican" joven con hormonas alteradas caminaba tras sus dos amigos con las manos tras su nuca, sus puntiagudas orejas se notaban entre sus cabellos azules oscuro alzado. Rodaba los ojos, Hakuryuu era de los que les encantaba la puntualidad, y toda la semana tendría que sopórtalo con sus sermones.
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Ibuki, Tenma, Yukimura y Taiyou, un "Felin" de cabellos en melena naranja con grandes y expresivos orbes azules tiraba del brazo a su pareja Hyouga para ir por un algodón de azúcar, otro en realidad.
Ibuki andaba de un lado al otro molesto, no por la tardanza de los tres chicos, entre ellos su pareja, sino por el hecho de no haber acompañado a Shuu y su Ryujin por el Lican.
—Shuu ya me envió mensaje, llegarán en menos de cinco minutos –avisó Tenma de cabellos castaños con dos remolinos al frente y orbes grises con un brillo especial.
El albino de gran estatura se detuvo y tomó aire —no me gusta que ande solo por las calles cuando yo puedo acompañarlo.
Matsukaze río por la sobreprotección de Munemasa al bicolor, él fue el "cupido" entre ambos chicos quienes por su orgullo no lo querían reconocer hasta que los hizo entrar en razón.
Divisó a una calle de ellos al Dracon junto con el Lican y el Ryujin, estos dos discutiendo como siempre, era extraña la relación entre ellos dos, ya que siempre peleaban por algo, pero siempre estaban juntos y con los mismos gustos.
—No me gusta esa loción –se quejó Hakuryuu cubriendo su nariz —ya te dije que no te pongas nada de eso, tu aroma es perfecto, y más cuando su...
Ibuki le cubrió la boca, aquello ya eran cosas más privadas, Hakuryuu frunció el entrecejo. Era muy directo y no era para nada penoso en ningún tema.
Shuu tomó las manos de Tenma para que este lo abrazara por la cintura quedando delante del chico.
—¡Hakuryuu! –el Felin se abalanzó al Ryujin, pero fallidamente cayó al suelo al moverse al nada de estar cerca, sus velocidades eran poco diferentes, gruño al tiempo que se levantaba.
