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Yuuichi aviso a la escuela sobre el ceño de Tsurugi y de su ausencia para cuidar al menor, quien seguía enojado ante la intromisión del mayor en sus asuntos.
Una semana cansada, al menos Kyousuke no trato de huir, pero escucharle reprochar y gruñir si le agotó mentalmente.
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Ishidou se pasó la mano por el rostro, lo que Shuuya le contó no quería créelo ¿acaso tenían un iman que atraen híbridos?
—Menos mal que Yuuichi intervino.
—Te dije que terminaras con esa relación, dijiste que lo harías.
Se recargó en la silla, aquel bar era tranquilo e iban pocas personas, ellos preferían estar en la barra, pedir una botana de aceitunas y beber algo ligero.
—Yo... no puedo dejar a Yuuichi... –fue sincero y miro a Shuuya, como esperaba, este le miro de manera reprobatoria —y no permitiría que alguien más este con el, ni tampoco quieren que muera.
Con ello recordó la muerte del estudiante Shu Tezcalt, la cual fue a causa de amor. Que le rompan el corazón a un híbrido era muerte segura, y no mentían.
—Yuuichi lo es todo para mí, y yo para el, lo sé... desde un principio sabía que no era buena idea, que en cuanto podía dar la vuelta de desviación, debía tomarla, pero no lo hice y no me arrepiento.
—Yuuichi aún es joven ¿y si llegara a gustarle alguien más, se lo impedirías?
No hubo respuesta rápida. Ishidou picoteo una aceituna que no se dejaba tomar hasta el quito intento.
—¿Qué harías, Ishidou? –insistió Shuuya molesto.
—¡No lo sé! –miro al rededor, algunas se le quedaron viendo para a los pocos segundos volver cada quien a lo suyo —se que no soy el dueño de su vida, Shuuya, pero, se que Yuuichi no estará con otro, por que ama y lo amo.
—Tanta gente... y se te ocurre un estudiante.
—¿Y que me dices tú? No eres un santo, Goenji, no pretendas verter puro e inocente, que no lo eres. Aki, Akane, Haruna, tienes historial, a diferencia de mi, yo no tengo nada que esconder, y soy sincero, pero tú en cambio, si quiera podrías estar en una relación estable. Nunca haz podido.
Aquello dolió, le había dolido bastante ¿porque sacarle el pasado?
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Otros meses pasaron, aquella vez que Kyousuke le espero había sido la primera y ultima, no supo del chico y estuvo distante de Ishidou, agregando que el trabajo le había tomado más tiempo de lo que creyó.
Las palabras de Shuuji aún se sentían frescas y dolían en lo profundo, si, había tenido otros relaciones, algo normal que cualquier chico tiene, lo diferente era que, le pasaba algo siempre.
Con su primera novia Aki, ella había estado empezando otra relación a sus espaldas con un chico extranjero de nombre Eric, con el cual al final decidió quedarse y decir que la relación con el no era buena. Siquiera dio paso a los días en que rompieron, cuando a la hora ya tenía fotos y publicaciones con Eric y tenerlo como novio.
Akane había sido todo un amor, con ella le dolió más terminar que con incluso Aki o Haruna, incluso que Midori.
Yamana Akane era muy linda y tierna, una dulzura, eso haya que empezó a tener problemas de salud, los cuales vinieron de tener relaciones sexuales con otros chicos. Goenji se limitó en ello en el inicio de su relación, ya que no veía correcto que empezando las tuvieran.
Al final Yamana fue hospitalizada de emergencia y pasar unos meses en el hospital en los cuales Shuuya no faltó a visitarle y, en un momento se encontró con otro de los chicos con los cuales Akane tuvo relaciones, resulta que la hospitalización fue a causa de un aborto de menos de cuatro semanas.
Le perdono todo, e incluso le daba otra oportunidad, empezar de cero, pero Akane notaba la bondad en Shuuya, un chico que no le falto al respeto y que cuido no debía estar con una chica que no valía la pena como ella. Esa noche y el día siguiente Shuuya pasó encerrado en la habitación.
No tenía buenas experiencias con sus parejas anteriores, ello no significaba que le fuera mal con Kyousuke, pero, el chico era menor de edad, y el un adulto, quien debía seguir firme, olvidarse de una vez por todas del chico y seguir con su vida.
Más cuando estaba firme en ello, Tsurugi apareció de nuevo, más serio y pensativo —por favor... escúchame –susurró alcanzando la mano del mayor quien asintió y señaló entraran al auto por ir a un mejor lugar.
Condujo en silencio hasta llegar ahora a la casa de Shuuya, bajaron e ingresaron al hogar, ofreció te y bocadillos al chico quien solo acepto el té.
—¿Que sucede? –aquella actitud le estaba empezando a asustar ¿si era algo grave?
Alzó la vista para verle directo y aquello fue demasiado, Goenji sintió la mirada y lo que transmitía, aquel dolor —estoy enamorado...