Kirino volvió sin más a la escuela, y Kirina no se le despegaba en ningún momento, el felino no estaba a gusto, y menos si su plan aún no estaba en marcha para encarar a la Millifer sin vergüenza.
Incluso pasó el almuerzo con la pareja, Kirino a leguas estaba molesto por ello, quería su tiempo a solas con Takuto y Hyura estaba más extraño de lo normal.
A Shindou no le afectaba, y fue donde más se enojo el Ranmaru —¿salieron en mi ausencia? –cuestionó al aire a ambos mirándoles.
—No soy capas de salir con ese, sin ofender –agregó Hyura.
—¡Ahora lo haces menos!
—Amor, por favor contrólate –intervino Takuto —Kirina aún sigue preocupado por ti...
Kirino apartó a Takuto y lo miro —¿intimaste con él?
—¡¿Eh?! –ninguno de los dos se los esperaba.
Ranmaru chilló de dolor y llevó la mano a su nuca que punzaba —llamas la atención, se supone que los zorros son silenciosos –reñía el murciélago trepado de las piernas de una rama colgando había abajo la cabeza.
Le había dado con una rama del árbol en la nuca al otro para distraerlo del teatro que estaba armando, y de paso ayudar a Kirina —esos dos siquiera se veían, Takuto preguntaba directamente por ti a tú hermano por teléfono, y esto lo se por qué conozco a tú hermano, que no se te olvide. Deja de volverte una mierda celosa.
No era la mejor manera, siquiera tenía el tacto pero aquello ayudó a Kirino a volver en sí y disculparse con su pareja y amigo. Sentía algo malo, no quiera que nadie alejara a Takuto de él.
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Saliendo de clases, Masaki fue embestido por alguien, claramente no podría contra él, pero al sentir aquello supo de quién se trataba y río.
—¿Te podrían matar fácilmente por eso, sabes? –seguía riendo.
Hayato se rasco la nuca —el hombre no es tan débil como crees, a donado criaturas más fuertes –se defendió él chico —quería hablar contigo... desde lo que pasó ese día no eh podido hablar contigo por la sobreprotección que les están poniendo.
Su corazón latió alegre —curioso que a nosotros nos tengan vigilados y no a ustedes –pensando bien lo que dijo, se mordió la lengua —es decir... no es que todos...
Hayato negó y le vio —nosotros somos la vieja imagen del ser humano, egoísta, racista, cobarde y estupida que en serio, debería ser encerrados en carcel.
Masaki se le cerco y tomó sus manos —tú no eres así... –dejó liberar un poco del aroma sobre Hayato —tú eres distinto.
Matatagi río mirando a otro lado —siempre hay distintas plagas y prestes Masaki... lo sabes por que eres él mejor de la clase. Me quiero disculpar... y dejar antes que nada en claro que, lo que pasó no fue solo... algo que paso...
Aquello no sonaba bien para Masaki quien le tomó el rostro y le beso —tú me gustas Hayato...
El moreno tomó distancia —lo que pasó en el cubiculo... Fue apresurado...
Masaki negó y le abrazo —fue algo que ambos deseamos...
Matatagi le acarició el cabello. Suspiro —tranquilo Kariya... ¿estás temblando?
—No quiero que te vayas con esa zorra Mellifer aún si se ven bien juntos... carajo... no debo de ser egoísta...
Le beso la mejilla —no me iría con alguien que no seas tú, lo sabes. Tranquilizate.
Temía ser rechazado, temía que lo dejara, no quería dejar libre al chico que le gusta.
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Hyura quedó estático al ver aquel ser a unos metros de distancia de ellos, Kirino y Masaki no entendían aquella reacción de su buen amigo.
Un joven alegre, risueño y amigable charlaba con otros chicos, ese mismo que capturó la mirada de Kirina.
—Kirina, será mejor que lo borres, él tiene pareja –habló Masaki sacándolo de su burbuja para verle serio o enojado —él es novio de una de las obreras de Sorano.
Aquello desató enojo verdadero en él phanter quien fue directo al otro, le tomó de la muñeca importándole poco que le vieran e ir directo al gimnasio.
El otro menos entendía lo que pasaba, y solo se limitó a seguirle, apreciaba su brazo como para que de un tiro aquel híbrido se lo quitara, aunque no estaba en contra de ellos, pero claro, el cuerpo es importante para él.
Fue empujado dentro del lugar solitario y miro directo a los ojos ajenos —¿puedo ayudarte en algo?
—¿Cómo demonios estás con esas arpías? –fue directo —¿Sabes el daño que hacen? ¿Todo lo que causan? ¡¿Eh?!
Rasco su nuca —lo se...
—¡Si lo sabes! ¿Por que sigues con ellas?
—¿Por ser malas no tienen derecho a ser amadas? Lo que pasó con su amigo fue feo, y lo de la cafetería ni hablar, pero no significa que con ayuda no puedan cambiar.
Aquellas palabras, le recordó a su madre y padre, siempre buscando un lado bueno o ayudar a otros.
—¿Y si no lo hacen?
—La gente hace daño por qué les hace falta algo, es una manera de llamar atención también. Y hablando de híbridos, más mujeres y más en esta época del año es más fuerte el ceño, por ello andan así ¿acaso recuerdas antes de estos incidentes otros en el año pasado?
No tenía nada en contra de eso, por que tenía razón. Si, hacían las típicas maldades de niñas ricas, mimadas y pláticas, pero con el tiempo, crecimiento y necesidades era lógico que se comportarán así.
Suspiro —creo que tienes razón... por cierto ¿como te...?
—¡¿En serio Hyura?!
—¡No, en serio eso no!
—Entonces ¿cual es mi nombre?
—Oh vamos, ya sabes que...
—¿Kirino...?
Hyura comenzó a sudar, Asuto se le aguaron los ojos —¡se te olvido mi nombre y eso que siempre estamos en el mismo curso! –salió corriendo de ahí.
—¡Espera! –no hubo más nervios para Kirina desde que se equivocó con el cilantro y su abuela estaba a nada de darle con la chancla.
