Neon pieces

Una duda

Jamás he pedido nada, sólo creo que en mi propio esfuerzo. No soy alguien importante ¿Por qué tendría que seguir con este sucio juego? ¿No sería más fácil para Tyler simplemente deshacerse de mí? ¿Ahora que finge ser perfecto, no sería menos doloroso que dejara de fingir que le importo?
Todas esas preguntas se adherían a mi frágil corazón que se desangraba por dentro cuando veía a Tyler sonreírle a Jenna como cuando me sonreía a mí, o al menos intentarlo, porque podía notar su falsedad. Tyler había salido con Jenna casi un año, su familia estaba muy orgullosa de que Tyler tuviera planes futuros con ella y por supuesto Tyler prefería ignorar el hecho de lo que yo sentía por él.
—Tyler pasaba por el pasillo de la escuela tomando la mano de jenna, con una tóxica sonrisa, tratando de ignorar mi mirada.— volvía al salón con una cruda expectativa, no podía soportar la temprana caída de lo que habíamos construido.
—Tyler entró al salón y muy despreocupado me dijo.—Josh, lamento haber descuidado tanto nuestra amistad, desde que Jenna fue transferida a esta escuela, yo no he podido evitar estar con ella todo el tiempo, sabes que para alguien nuevo es muy difícil acoplarse a un nuevo ambiente...—no, te preocupes Tyler, de todas formas realmente no importa.—me levanté, le sonreí y me fui, tratando de poner un estúpido "límite" que arrojaba mi alma al infierno.
Tal vez debería de terminar con todo ésto.
—me giré rápidamente hacia el salón, pero Tyler ya no estaba.

Tras algunos días de fastidio y resaca emocional, sentía la maldita necesidad de verlo, aunque supiera que no fuera correcto, tal vez debería de evitar pensar...—me encontraba en la entrada de la casa de Tyler, pero definitivamente no iba a tocar la puerta.
—De repente Tyler abrió la puerta, por supuesto que me quedé helado.
—Ho-Hola Tyler.—Tyler me tomó del brazo.—¿Qué haces aquí Joshua?
—¿Joshua? Me pregunté a mi mismo en silencio mientras veía a Tyler con mi semblante tranquilo, tratando de evitar poner la cara que reflejaba lo que sentía.
—en realidad sólo pasaba por aquí.
—Bueno ¿Porqué no pasas ya que el destino aleatoriamente te a traído aquí?
—Tyler sonrió ligeramente con tinte maligno, tomó mi mano y de un tirón me hizo pasar a su casa.
—Tyler me llevó a las escaleras, aún de la mano y llegamos a su habitación. Nos sentamos en su cama y después sacó algo debajo de ella.
—Era una pequeña caja tenía fotos de todo tipo, algunas eran de sus amigos de la iglesia, había una en particular que me hizo sentir algo muy extraño, en la foto estaba Tyler tendría unos 8 años tal vez y estaba sentado en las piernas de un hombre.
—Ese es el pastor de mi iglesia.—dijo Tyler señalando al hombre de la foto.
—Es un buen tipo.—dijo, mientras una sonrisa opaca se dibujaba en su rostro.
—juguemos un juego Josh.—Tyler puso las fotos en su lugar y me vio a los ojos con un brillo asesino y ardiente.
—Se puso encima de mí; y empezó a besarme. Me sentía inquieto y tembloroso deseaba a Tyler pero algo en mi interior sabía que dejarme llevar no era lo mejor.