Llamada

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Tyler y yo habíamos sido "invitados" a la fiesta de halloween que era en unas semanas, y bueno creo que la invitación seguía en pie, además después de unos días mi "popularidad" había incrementado por alguna extraña razón, y es que era tan extraño que me importara un mierda lo que todos pensaran de mí, y mientras menos me importaba, más interés le provocaba a la gente de mi alrededor.
La verdad es que no tenía nada que perder así que le dije a Tyler que fuéramos, además quería que Tyler se despejara un poco, no se había sentido bien desde ese día y yo no quería presionarlo, aunque obviamente le dije que no volviera a ver a ese sujeto, que buscara cualquier excusa mientras pensaba en una solución, además sabía que Tyler tenía que hablar con sus padres aunque no le creyeran, era importante, pero sé que para él no iba a ser fácil, tendría que darle tiempo y eso estaba bien, mientras no se acercara a ese maldito hijo de perra.
Era tarde y Tyler aún no contestaba mis mensajes, así que me preocupé y llamé a sus padres, no estaban en casa de hecho me decían que se había quedado en casa para terminar la tarea, pero yo sabía que esa tarea ya la habíamos hecho y no nos habían dejado nada más, era la tarea de una semana y apenas era martes... si mal no recuerdo los martes los padres de Tyler van a la iglesia para hacer no sé qué, cosas de feligreses, pero sé que están muy involucrados y siempre están yendo entre semana, sus hermanos supongo que con alguno de sus abuelos... ¿Por qué Tyler no me contesta? Entiendo que haya decidido quedarse en su casa, pero no contesta mis llamadas y eso me hace tener un mal presentimiento.
Así que sin más decidí ir a su casa para averiguar qué estaba pasando, llegué y la puerta no tenía seguro así que sólo la abrí y subí las escaleras, se escuchaban ruidos extraños provenientes de arriba. Mi corazón latía fuerte y sentía que mi sangre ardía, cuando por fin llegué, encontré la puerta entreabierta, la puerta de la habitación de Tyler. Y allí estaba ese maldito cerdo sentado en la cama a lado de Tyler, diciéndole que lo quería y que si ya no quería ir a la iglesia lo entendía, qué tal vez ya se había rendido a ser un chico normal, y que eso era parte del proceso de conversión, que pronto se iba a dar cuenta de que realmente necesitaba el "perdón divino" y que los chicos buenos como él siempre "recapacitaban" y volvían al camino.
Después de decirle eso le dijo que le devolviera su corbata y que esperaba verlo pronto, le dio un beso en la mejilla y se levantó, yo me escondí detrás de la puerta y vi como el tipo se salía, cuando estaba apunto de cruzar la puerta, escuché a Tyler llorar y me llené de ira y bajé las escaleras y me fui a mi casa, tomé las llaves del auto, y me dirigí a la iglesia de Tyler.
Cuando llegué el auto del "pastor" estaba estacionado, así que era obvio que él estaba adentro, esperé a que saliera, por fin después de un rato salió y lo seguí, llegó a un lugar, y se estacionó, he inmediatamente hice lo mismo, del otro lado de la acera.
Se salió y sacó algunas cosas del maletero del auto, y entró a un lugar,  era una casa de ayuda para chicos adictos a las drogas.
Después de que él entrara inmediatamente después, salí de mi auto y traté de ver desde la entrada, no pude ver nada así que entré, y estaba a punto de hacerlo cuando me lo topé de frente.
Me quedé helado y con sus mejillas rosadas como las de un cerdo bien gordo y con una sonrisa de oreja a oreja falsa y pegajosa me vio y me preguntó.—¿Buscas ayuda?
Sentí una oportunidad en ese momento.
—N-no lo sé...
Le dije con voz inocente y bajando el rostro.
—Ten mi teléfono soy el pastor Samuel, puedo ayudarte, estoy seguro de que éste lugar no es para ti, puedo llevarte a tu casa si quieres.
Su voz confianzuda me hacía pensar que había caído, no sospechaba nada sobre mí así que le contesté que no necesitaba que me llevara, le agradecí y me fui, me subí al auto y esperé a que él se fuera para hacer lo mismo.
Estaba a punto de seguirlo  a su casa pero me acordé de que había dejado solo a Tyler, y temía por él así que llamé a su casa y mi llamada fue atendida rápidamente, era Tyler me dijo.—Josh, ¿eres tú?, lamento no haberte respondido fui a hacer unas cosas... ¿podrías venir por favor?
Tyler se escuchaba ansioso y sabía que no estaba muy bien.
—Tyler, no estoy lejos de tu casa, llego en diez minutos.
Le colgué y me dirigí rápidamente a su casa.
Llegué, allí estaba Tyler y lo abracé, le dije que lo iba a cuidar y que lo amaba, Tyler se sentía más tranquilo.
—Josh, quédate.
—Ty, estoy aquí y no voy a irme.
—Joshi, quiero ir a la fiesta de halloween.
Tyler se dejó caer en el sillón y viendo hacia el techo me dijo.
—Josh, ¿tú tocas la batería no?, deberíamos de tocar algo en la fiesta ¿porqué no tocamos la canción que practicamos hace unos meses, en la clase de música, esa que jamás presentamos porque el show de talentos fue cancelado... Yo canto bien, creo y tú tocas bien, te escuché una vez, en el salón de música, nadie te enseñó ¿verdad? Tienes talento Josh.
Tyler se levantó súbitamente y me dijo muy emocionado.
-¡Ya sé! ¿Qué tal si le decimos a los chicos que vamos a tocar una canción y ellos se encarguen de traer las cosas, voy a llamarles.
Tyler se fue corriendo a la cocina en donde estaba el teléfono y empezó a llamar a un montón de personas, yo tenía hambre así que hice sándwiches de mermelada con mantequilla de maní, mientras Tyler hablaba con todos yo comía como una ardilla y Tyler le daba pequeñas mordidas al suyo.

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