【Ｗｉｃｋｅｄ Ｇａｍｅ】 ᴰᵉᵏᵘᵏᵃᵗˢᵘ ᵀᵒᵈᵒᴵⁿᵃ

Melodía

— No espero una respuesta Kacchan — sonrió tras notar al omega un tanto nervioso — Olvida por hoy lo que he dicho y duerme, necesitas descansar.

El rubio decidió seguir las palabras de Izuku, se dio la vuelta en la cama y se recostó mirando atento la fría pared.

Midoriya, por su parte, se mantuvo despierto la mayor parte de la noche y madrugada, las inseguridades lo mantenían atento.

Había sido demasiado pronto confesarse? Para el no lo era, pero sabía que Katsuki era muy diferente y difícil de entender.

Un poco antes del amanecer, por fin cayó en sueños de morfeo, en una extraña posición sobre la vieja y rechinante silla de madera.

Con dolor en el cuello despertó al escuchar un estrépito a su lado, una olla con agua había caído al suelo desde las manos del rubio.

— Kacchan! Deberías estar en la cama, aún no recuperas suficiente fuerza — se paró enseguida, ignorando el crujir de sus huesos y el dolor en sus músculos — Déjame ayudarte.

— Y una mierda Deku, estoy lo suficientemente bien como hacer mis cosas sólo — gruñó — Deberías ir a cambiar de ropa, apestas.

Empujó con levedad a Izuku hasta dejarlo fuera de la casa.

— Kacchan, anoche... No se si lo recuerdes — el nerviosismo empezó a ahogar su ser, sus manos temblorosas y rojas mejillas mostraban su inseguridad — No quería ir muy rápido, si te he incomodado házmelo saber. Tal vez estás enojado, no lo sé, yo solo quería que supieras lo que pienso y siento, podríamos hablar después con más tiempo, o no, yo... Yo no quiero que te sientas presionado...

— Deja de hablar sin sentido! — el más bajo tomó los costados del pecoso para acercar sus rostros y lograr un toque demasiado brusco entre sus bocas — Eres un tonto.

Dio un paso atrás y cerró la puerta, o al menos lo intentó. Batalló algunos segundos en lograr que la gastada tabla tomara su lugar correspondiente.

— Gracias Kacchan! — gritó sin saber por qué agradecía y empezó a trotar en el camino que lo dirigía a la ciudad.

Al menos media hora después el bicolor logró ver aquella mancha verde al costado del camino. Paró su caballo al estar a un lado de su amigo.

— No escuche cuando te fuiste, por qué estás sentado en la tierra? — miró a Izuku con inquietud.

— De repente, de repente todo empezó a doler — se quejó al ponerse de pie — Podrías llevarme?

Shouto ayudó al pecoso a subir al caballo y siguieron su camino.

Izuku Midoriya

— Se ve muy mal, debería ir por Iida — Ochako soltó después de revisar mi cuerpo.

Tanto ella como Shouto miraban mis costillas con algo de angustia, algunas partes llegaban a ser moradas y otras negras, y moverse se volvía cada vez más doloroso.

— Como no te diste cuenta antes? Desde ayer debiste tenerlas así!

— Ni siquiera dolían!

— Como sea, iré por Tenya, recuestate y no hagas nada — Uraraka salió de la habitación.

— Qué fue lo que pasó? — su calmado rostro no mostraba lo que su voz expresaba.

— Ayer me peleé con un Alfa, más bien me dio una paliza.

— Quién fue?