【Ｗｉｃｋｅｄ Ｇａｍｅ】 ᴰᵉᵏᵘᵏᵃᵗˢᵘ ᵀᵒᵈᵒᴵⁿᵃ

Mentiroso

— Inko, déjame explicarte — el pecoso hombre trataba de para a su enojada esposa, las maletas a medio hacer eran llenadas con rapidez — No te vayas.

— Hablas del amor que me tienes y no puedes demostrarlo por nuestro hijo! — exclamó enojada tratando de cerrar la valija — Izuku es parte de mi, si en verdad me amaras no habrías hecho tal atrocidad.

— Solo quiero lo mejor para él, es por su bien.

— No te das cuenta de que estás siendo influenciado por Enji? Estás haciendo exactamente lo que él ya ha hecho, arruinar su familia — lo acusó y hundió su dedo en el pecho del hombre.

— Es mi amigo, no puedes hablar así de él.

— Si en verdad lo conocieras sabrías que no es quién tu piensas.

Un poco más calmada, la peliverde tomó sus cosas y salió del lugar ignorando los ruegos de su esposo.

Aquella mañana había visto a Ochako muy angustiada, momentos después se enteró de los actos de su esposo, desde el incendio en la casa de los Bakugou hasta la participación de Enji.

En verdad se había enfadado y optó por salir de ese lugar antes de presenciar otra acción como esa.

— No tienes tanto aguante como pensaba — El pelirrojo sonrió en cuanto vio a la omega salir de la residencia — Hisashi al fin te ha dejado?

— No me vuelvas a dirigir la palabra.

...

Por otro lado Katsuki y los demás seguían en la casa de Eijirou.

— Sé que no es un buen momento para decir esto — Inasa había roto el silencio que se había formado durante el almuerzo —, Shouto y yo hemos estado hablando un poco.

— Hablando? Acerca de qué — los afilados ojos de Katsuki se posaron sobre el nervioso bicolor.

— Como sabrán, últimamente hemos estado muy ocupados — dio un sorbo a su té y sonrió de lado — La razón es porque estuvimos buscando un buen lugar, tiene una gran casa y espacio para animales.

Con las últimas palabras del bicolor todos se fijaron en Katsuki, sabían que no iba a ser fácil que el omega accediera a algo como eso, mucho menos después de lo sucedido.

Inasa sudaba de los nervios y Shouto solo esperaba que el cuchillo en el pan tuviese suficiente filo como para tener una muerte rápida y sin dolor.

— Necesito hablar contigo — obviamente se refería al hetero cromático, quien lo siguió hasta fuera de la pequeña cabaña.

— Sé que es repentino.

— Estás jodiendome? Qué pasa en tu maldita cabeza, por qué no estaba enterado de ésto? Es mi hermano!

La discusión parecía ser cada vez más ruidosa y violenta. Inasa tenía razón, era mal momento para sacar a la luz tan importante información.

Todos miraban pegados a la ventana poco el omega tiraba pequeñas piedras al Alfa que trataba de calmarlo.

Minutos después regresó a la casa y sacó al más pequeño.

— Por qué no me dijiste algo tan importante, acaso no confías en mí?

— Lo siento Katsuki, es sólo que quería que fuera sorpresa — la mucosidad de su nariz empezaba a escurrir — Sé que soy una carga para ti y si me iba con Shouto ya no tendrías que hacer cosas que odias para conseguir dinero.

El rostro del pelinegro se había puesto completamente rojo y sus ojos acuosos le ponían borrosa la vista.

— Inasa insistió en mantenerlo en secreto, al menos hasta que estuviera listo para vivir conmigo — Shouto dejó su silencio para poder razonar con el rubio y evitar un regaño para el menor — Teníamos planeado decírtelo en algunos meses, cuando tú madre pudiera regresar a su hogar.