【Ｗｉｃｋｅｄ Ｇａｍｅ】 ᴰᵉᵏᵘᵏᵃᵗˢᵘ ᵀᵒᵈᵒᴵⁿᵃ

Entre La Espada Y la Pared

Izuku Midoriya

— No tengo tiempo para tus palabrerías Izuku, ya te dejé en claro que no voy a aceptar éste juego de querer salir con un omega de baja calidad — tomó a mi madre y la puso detrás de él — Y el que quieras escusarte en una tontería sobre Enji no me hace gracia.

— Sería una tontería si lo escucharas de la boca de mi madre — pide ver como su rostro se tenso de inmediato — De la boca de una de las personas más afectadas.

— De qué se trata esto Inko? No me digas que estás dejándote influenciar por el chico — cada vez su rostro se distorcionaba a uno de intriga.

— Enji Todoroki, el hombre a quien tú llamas amigo no es quien tu crees, no es el gran hombre respetable y seguro — con pasos lentos se alejó de mí padre y se puso a mi lado — Mira a tu hijo.

Por un momento sus palabras me confundieron, aquel diálogo no era el que habíamos planeado.

— A qué quieres llegar Inko?

— No trates de fingir que no sabes de lo que hablo!

~

— Después de tanto tiempo te sigues dejando guiar por esa horrible persona! — la pequeña omega por fin dejaba salir todos aquellos sentimientos que la tenían hundida — Crees que lo sé que Enji te convenció de que Izuku no es tu hijo? Qué no es por eso el por qué le guardas tanto rencor? Míralo, es tu sangre! Es nuestro bebé.

El mayor se quedó callado en su lugar, no podía hacer más que mirar con seriedad a la omega que lo enfrentaba.

Desde que fueron amigos, Enji supo como manipular a su gana al castaño, induciendo en el pensamientos egoístas y equivocados.

Incluso cuando el más joven de los Midoriya nació, el pelirrojo convenció al pecoso que aquél pequeño niño no era su sangre.

Desde ese momento Enji se dio cuenta que tenía cierto poder sobre su amigo, aquella amistad que Hisashi sentía por el fue utilizada a fines beneficiarios para Todoroki.

Inko fue la única en notar ese mando que ejercían sobre su esposo, pero sabía que tras la influencia de Enji no lograría abrir los ojos de su amado.

— Madre?

— Por qué nunca me dijiste que lo sabias? — soltó el mayor en un intento de no llorar en ese momento, porque si, el peliverde había heredado aquella tendencia de llorar de su padre — Yo...

— Porque esperaba que aquel amor que tanto me profesabas fuera suficiente para que creyeras en mi, pero parece que fue más fuerte tu estupidez de creer en Enji.

Katsuki Bakugou

— En verdad crees que vendría a buscar compañía de un imbécil como tú? — traté de sonreír, pero me era imposible por la fuerza que Enji ejercía en mi cuello — Deja de ser tan arrogante.

— Bueno, parece ser que te gustan los idiotas — sonrió — Dime pequeño, Izuku lo tiene tan grande como satisfacer ese culo de zorra?

— Parece ser que no soy yo a quién le gustan las pollas grandes, o no? — mis palabras parecieron desconsertarlo, soltó un poco su agarre.