— Así que de eso se trata — bufó — Escucha, no he venido con malas intenciones. Solo vine a hechar un vistazo, entre y ni siquiera te diste cuenta ¿Piensas reclamarlo sin siquiera poder protegerlo? Vamos, no has podido ni quitarme de encima — ejerció las fuerza en la pierna con la que tenía inmovilizado al pecoso —Debería follarlo frente a ti?
— Te equivocas, no quiero reclamarlo, no es un trofeo para presumir — seguía llorando ante la atenta mirada del alfa mayor — Y sé que soy débil! Pero si piensas que puedes tocarlo sin su aprobación, vale la pena intentar luchar, aunque sé que no tengo la oportunidad de ganar.
— Por qué lloras? Los hombres no lloran pequeño alfa, levántate y limpia tu rostro — se apartó de Izuku para que este pudiera ponerse de pie — Dile a Katsuki que hablaré con él cuando su celo haya acabado.
— No tiene nada de que hablar con él, ya no trabaja para hombres como usted, por favor, déjelo en paz.
— Tengo más asuntos con él de los que piensas, así que no te metas en nuestros asuntos.
El pelinegro se retiró sin decir ni escuchar una palabra más.
Izuku aún podía sentir su sangre correr con velocidad a su corazón, aquello había sido peligroso.
Recién se dio cuenta de que sus feromonas habían inundado la pequeña habitación empeorando la situación de Katsuki.
No pudo evitar acercarse al cuerpo hirviente y abrazarlo con ternura.
Ignoró el hecho de que el Omega necesitaba sus supresores con urgencia y se digno a derramar lágrimas amargas sobre su cabeza.
— Qué crees que haces? Aléjate de él ahora mismo! — la castaña había llegado unos minutos después de aquel catastrófico encuentro — Deja de liberar tus feromonas.
— Aléjate — gruñó bajo mientras ejercía su agarre en el rubio — Vete de aquí Ochako.
— Ni lo creas, Katsuki está muy mal y necesita tomar sus supresores!
— Vete de aquí! — dijo autoritario.
— Así que estás tratando de usar tu voz conmigo? Me sorprendes Izuku — comentó indignada — Te he dicho que lo sueltes, deja a ese maldito alfa interior muy en el fondo y ayúdame con Katsuki.
En ningún momento mencionó que podía sentir el aroma de otro alfa, podía deducir que se trataba de alguien fuerte, sin embargo, las feromonas de Izuku eras más fuertes y amenazantes.
Ninguno tenía idea de que el mayor huyó de la escena temiendo que el peliverde dejara salir a su verdadero alfa.
— Lo siento — se dio cuenta de que su actitud estaba perjudicando a Katsuki y aquellos colmillos que amenazaban con salir se ocultaron.
— Deja de lamentarte y ve por agua fría — Izuku se separó con pezades del inerte cuerpo y salió de la casa.
En sus adentros la castaña estaba en el riendo, ver al pecoso actuar de manera tan protectora le recordaba a sus padres.
— Qué voy a hacer con ustedes dos? — bufó.
Mientras Uraraka atendía al ojicarmin, Izuku trataba de recuperar la compostura que había perdido momento atrás, estuvo a punto de atacar con fuerza al mayor, si no no se hubiera ido todo habría acabado en un caos.
— Aquí está... Qué crees que haces? — se sonrojó al ver como su amiga retiraba las húmedas prendas del cuerpo del otro Omega.
— No seas dramático y moja aquellos paños en la mesa, necesitamos bajar la fiebre de Katsuki — siguió su labor sin preocupación.

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【Wicked Game】 ᴰᵉᵏᵘᵏᵃᵗˢᵘ ᵀᵒᵈᵒᴵⁿᵃ
FanfictionLa sociedad Inglesa del siglo XIX era muy estricta sobre las normas y reglas de etiqueta, ejerciendo presión en las castas para seguir lo correcto. Izuku Midoriya se ve atrapado en el dilema de hacer lo que está bien o preguntarle su nombre a un om...