Baila Conmigo

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— Yo... Tal vez sólo deberías aceptar los supresores Katsuki — dijo nervioso.

— Está bien, pero no me acompañarán a mi casa, ya nos vimos por suficiente tiempo hoy — tomó la costosa caja de las manos del más alto y se dio la vuelta para perderse entre tanta gente discutiendo.

— No quiero más pretextos Shouto, dime la verdad... Quieres cortejar a ese omega?

El bicolor lo miró como siempre, sin embargo, un leve rubor teñia sus pálidas mejillas. Ya tenía una respuesta.

Katsuki Bakugou

Llegué cuando el sol empezaba a ocultarse, agradecí a los idiotas por cuidar mi familia y me aseguré de encender todas las lámparas de gas en la casa y en el patio.

Los supresores que me dio el imbécil dos caras eran de una calidad admirable, Inasa parecía adecuarse a él a la perfección y su fiebre había bajado considerablemente.

— Podré ir a la escuela mañana? — me preguntó con la boca llena de comida — Ya no me siento mal, no quiero perder más clases.

— Ya veremos como reacciona tu cuerpo y no seas asqueroso, acaso no aprendiste modales de mamá?

— Cómo compraste esos supresores tan caros? Sino me equivoco tienen el aroma de Shouto.

— Eso no te importa, así que come y duerme si quieres ir mañana a la escuela — me incomoda un poco el saber que Inasa se está desarrollando como omega, empieza a reconocer mejor los aromas y sus celos ya son constantes, ya no es aquel mocoso que le tenía miedo a la oscuridad o que entraba en el pozo para buscar sirenas.

Tengo miedo de lo que pueda pasarle, en la calle ya empiezan a verlo con perversión, su aroma es más fuerte y su cuerpo se transforma, no quiero que termine como yo.

Y ahora viene ese estúpido cara de idiota con vagas palabras de amisad, si fuera más estúpido caería en la trampa de que sus actos se tratan de amabilidad.

— No vas a a dormir conmigo? — Inasa recorrió su cuerpo hasta pegarlo a la pared, me estaba dando espacio — La última vez que dormiste en la silla amaneciste con mal humor.

Sonreí y acepté, tendría tiempo para preocuparme mañana.

El día siguiente y el siguiente a ese fueron normales, Inasa volvió a la escuela con euforia de ver a sus amigos y aprender cosas nuevas.

Yo como siempre fui a la parte más baja de la ciudad para conseguir algo de dinero.

— Eres tan hermoso — sentía las arcadas venir e ir cada vez que su miembro tocaba mi campanilla — Quién diría que una zorra como tú tendría un rostro tan encantador.

Era cosa cotidiana tener que aguantar comentarios asquerosos y degradantes, en fin y al cabo los idiotas nunca se daban cuenta de cuando sus carteras y relojes de bolsillo desaparecían.

Sonreí satisfecho al lograr mi cometido, guardé la billetera en el bolso de mi pantalón.

Detuve con las manos el movimiento de su cadera y dejé de presionar con mis labios.

— Qué sucede cariño? Se te cansó la boca? — sonreí triunfante ante su mirada, mordi con fuerza la carne en mi boca y corrí en lo que el alfa lloriqueaba, imbécil.

【Wicked Game】 ᴰᵉᵏᵘᵏᵃᵗˢᵘ ᵀᵒᵈᵒᴵⁿᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora