Capitulo 12

1.2K 95 14
                                    

Julia

Ahí estaba. Tanto que lo había buscado. Tanto que pensé en él.

Estaba justo detrás de mí.

¿Me habrá estado siguiendo?
Eso me generó sentimientos encontrados. Escalofríos y felicidad.

- ¡Carlos! -

Río levemente. Sus ojos estaban más azules, creo. Sus rulos parecían tener más brillo por el sol.
Como siempre estaba con un cigarrillo.

- ¿Te asusté? -

Trate de concentrarme más en su pregunta que en mis pensamientos.
¿Me había asustado de terror o de felicidad? Y acá vuelven mis sentimientos encontrados.

- Sí, un poco. Me sorprendiste -

- Tranquila, no te voy a hacer nada -

Los recuerdos de él robando esa armería volvieron a mi mente.
Esto no está bien. Me estaba dejando llevar por su apariencia física, por sus ojos, por sus labios. Por su cara angelical. 

Pero de ángel no tiene nada.

- Bueno, me tengo que ir - Era mejor que me vaya.

- ¡Espera! - Se colocó frente a mi.
- Estaba caminando y te vi sola, ¿por qué no caminamos juntos? -

No. No. No es buena idea.
Suspiré.

- Está bien - Es que el peligro está enfrente de mi y me chupa un huevo. Muy bien, Julia.

- ¿Cómo te fue en la escuela? - Habló en cuanto nos pusimos a caminar.

Fue una pregunta para hacer conversación obviamente.
No quería que la charla vaya por ese lado. Lo sentí falso. Y si me iba a poner a caminar con un ladrón y (espero), voy a salir viva de la  situación, prefiría tener una conversación interesante.

- ¿Para que robaste esas armas? -

Me miró sorprendido.

- ¿Para qué crees que las robe? -
Yo hago preguntas al pedo. Rodé los ojos. - Las robé para venderlas, Julia. Para hacer plata -

Me gustó cómo sonaba mi nombre en su voz. Aunque lo haya dicho con brusquedad. Me gustó.

- ¿Y tus padres? ¿No saben nada de lo que haces? - Me surgió esa curiosidad. Ya no lo veo con el uniforme de su escuela.

- Para mi mamá soy su bendición. Para mi papá soy el "buen pibe". Así que no, no saben nada de lo que hago. ¿Tu mamá sabe que te gusta un ladrón? -

Estoy segura de que me puse roja como un tomate. ¿Cómo hace? Siento que no puedo tener ningún secreto con él. O capaz soy yo la obvia. Que vergüenza.

- Mi mamá no sabe que "hablo" con un ladrón - Se río. - Sabes que, me da curiosidad porque no te veo mal vestido. No pareciera que tengas necesidad de robar. A menos que todo lo que tengas lo hayas conseguido robando -

- No vengo de una mala familia. Somos bastante estables, simplemente me divierte. Yo no creo en "esto es tuyo y esto es mío". Al final todos nos vamos a morir sin llevarnos nada. Todo lo que sudamos trabajando para comprarnos algo, en la muerte no va a valer la pena - Asentí tratando de comprender su lógica.

Definitivamente hacía falta mucha atención paternal en ese chico. Lo entiendo. A mi también me falta.

- Siento que podría cuestionarte todo pero... Es real lo que decís. En la muerte, lo material no cuenta -

No estaba asustada con que me vaya a robar. Sentí que estaba generando un vínculo de confianza. Quizá un vínculo de protección.

- ¿Y tu vida cómo es? ¿Sos la nena de mamá? ¿La inocente? ¿La pura de la casa? - Se estaba burlando sin ningún filtro.

- ¿Y cuál hay con que yo sea pura? Y no, no soy inocente. Tengo 17 años y se lo bastante como para manejarme, quizá hasta se más que vos -

- Uf. Lo dudo -

En un segundo ya estaba frente a mí. Muy cerca.

- ¿Qué? Carlos - Lo miré lo más amenazante que pude para pedirle que no se acerque más. Por más que quisiera que lo haga.

- Yo te puedo enseñar muchas cosas... Julia - Me dio una sonrisa socarrona. Vi como levantó un cigarrillo frente a mi cara. - ¿Fumas? -

- ¿Julia? -

Ni siquiera vi quién era pero mi primera reacción fue alejarme rápidamente de Carlos.

- Ah. Hola, Julieta. ¿Que haces acá? ¿No deberías estar en casa? -

Para mi suerte, era mi hermana. Se que ella no va a contar nada de lo que vio, aunque sí que me va a hacer muchas preguntas.

- Y vos también - Miró rápidamente de arriba a abajo a Carlos. - Salí a buscarte porque no llegabas y me preocupe. No sabía que estabas con...- volvió a mirarlo. - Tu novio -

- NO. Juli... - Casi me da un infarto.

Entonces Carlos se acercó a mí hermana y le estiró la mano para saludarla. Ella le respondió el saludo. Puse los ojos en blanco. Solamente quería salir de esa situación.

- Carlos. Mucho gusto -

Lo miré lo peor que pude.

- Bueno, bueno. Nos vamos yendo - Coloqué mi mano en la espalda de mi hermana y prácticamente la empujé para irnos.

- ¿No me vas a dar un beso? -
Más colorada no podía estar.

Julieta me miraba con burla, aguantandose la risa. Ya me las iba a pagar.
Volví mi vista a Carlos. Le sonreí con toda mi falsedad y le dije:

- No, no te lo voy a dar. Chau -

Ay la puta madre. Me temblaba todo el cuerpo.

Young and Beautiful Criminal © / Editando #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora