Capítulo 19

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Julia

Al llegar, las luces estaban apagadas. Cerré la puerta silenciosamente. Tenía que aprovechar la oportunidad de que no me vean llegar tarde.

Tantie con mi mano las cosas para no chocarme con nada. Antes de poner un pie en el escalón, la luz se encendió.

- ¿Qué es esto de caminar con las luces apagadas? - Mi corazón se detuvo por un segundo.

Giré sobre mis talones y lo vi. Era mi padre. Sonreímos y nos saludamos como si nada. Me senté a conversar con él.

- ¿Cómo estuviste? ¿Cómo te va en el cole? ¿Seguís saliendo con Agustín? Contame -

Intenté con toda mis fuerzas controlar las ganas de decirle todo lo que pensaba, pero no pude. Me incomodaba mucho esta situación, y ya había aguantado demasiado. Días y días simulando que todo estaba bien. No más.

- ¿Por qué seguís volviendo a casa? ¿No crees que mamá ya está sufriendo bastante? - Su cara se tensó. Lo había agarrado desprevenido. Agachó la cabeza y carraspeó.

- Lo se y bastante bien, Julia - "Bueno, ahora me tomó por sorpresa a mi". - Por eso mismo hoy hablé con su mamá y nos vamos a divorciar. Me quedé hoy acá porque te quería ver. Estuve un rato esperandote, por cierto - Río nerviosamente.

Fue un alivio escucharlo decir esas palabras. Él no es un mal padre pero no es sano el ambiente que se creaba cada vez que venía. Toda esa tensión, esa desesperación por gritarle todo en la cara, era frustrante.

- ¿Y te vas a ir a vivir con la otra? - Frunció el ceño. "Si se hace el desentendido, lo mato".

- ¿Eso se los dijo su mamá? - Negué. Le expliqué que bajo las circunstancias, era algo que había creído como una posibilidad. Todo parecía concordar. Sus viajes cada vez más largos y más lejos, sus "excusas" en las que siempre tenía que, por una cosa o por la otra, volver al trabajo. - Eso no es cierto. Ella hoy me lo planteó y le dije la verdad. Que nunca la engañé - Estaba insegura de su respuesta y lo notó. - Ella me conoce, sabe cuándo miento y cuando no. Haga lo que haga siempre va a terminar enterándose de todo - Río como si recordara viejas anécdotas.

Eso era verdad. Entonces, todo este tiempo estuvimos equivocadas.

- Te creo - Dije finalmente.

- Me alegra - Sonrió. Nos levantamos y nos abrazamos. No sabía cuándo lo iba a volver a ver. "¿Ahora se van a turnar para cuidarnos?"

Al separarnos, él levantó su maletín y se fue.

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- ¿Tu papá? - Asentí lentamente. - ¿Y...se van a divorciar? - No se para qué le cuento las cosas a Ana, si me pregunta todo de nuevo.

- Eso me dijo. Igual, era lo mejor -

Ella me miraba preocupada. Le di a entender que estaba bien y no volvimos a tocar el tema.

Agustín

- Te digo que en algún lado lo vi - Mis amigos se reían.

Conversábamos sobre el "nuevo novio" de Julia. Cuando vi a ese chico, algo se removió en mi. Tenía bronca, obviamente. Era más fachero que yo, el hijo de puta. No entendía si Julia lo eligió porque tiene ojos claros y es rubio o qué. "Me sentiría un boludo si fuera así". Pero... Yo tenía la sensación de que ya lo había visto, no sabía dónde. Lo que me dio esa idea fueron sus rulos, tenía demasiados.

- Estás flashando cualquiera. Decís eso porque seguís pensando que ella te engañó  - "En parte eso es verdad".

- Claro. No te hagas mala sangre con todo este tema, ya está. Déjala ir a Julia - Miguel es quien más trató de convencerme esos días de que siga adelante.

- Es verdad, boludo. Ya fue. No la andes investigando tampoco. Primero porque así no la vas a superar más y segundo que...el que busca, encuentra. Eso va a ser peor - Asentí resignandome a que no me iban a creer. Además si seguía dando vueltas con el tema de ella, mis amigos no me iban a fumar más.

"El que busca encuentra". ¿Qué podría llegar a encontrar?
Julia pasaba caminando con Ana. Estaban hablando. Se la veía preocupada y me acerqué.

- Hola - Ana rodó los ojos. "Ella ya me hizo la cruz". - ¿Estás bien? Te veo preocupada - Ella me miró dudando para hablar.

- Nada, es mi papá. Llegó ayer y...nada - Su papá. Había escuchado a Julia durante años sobre él, llorando y enojada. Estuve en cada momento. - Se van a divorciar - Eso me había sorprendido.
Sabía que en parte ella estaba feliz por la noticia, pero aún así podía ver qué le dolía.
No me contuve y la abracé. Hasta que la sentí incómoda en mis brazos así que me alejé.

- Perdón - Ana me miraba como si estuviera loco.

- No pasa nada. Gracias - Sonreímos y siguió caminando. 

Sentí una mano sobre mi hombro.

- Olvidala - Decían mis amigos a modo de canto.

La campana sonó, dando por finalizado el recreo. Por suerte teníamos la última clase y nos íbamos.

Julia

Como siempre, a la salida, me despedí de mi amiga.
Hoy era el día. "Por fin íbamos a estar otra vez solos con Carlos".
A medida que me acercaba a la esquina notaba que no había rastro ni de él ni de ninguna moto. Doble por las dudas. "Quizá había parado en otro lado" pensé.
Hubiera preferido que no esté. Hubiera preferido que me dejé plantada y después se disculpe con alguna excusa. Pero nunca hubiera preferido verlo besándose con otra. Ella lo agarraba por el cuello. Carlos la agarró de los hombros y la alejó.

- Para, Mónica -

- Morite, Carlos - Ambos se giraron a verme. No dejé que se escape ni una lágrima. Estaba más que sorprendido. Ella reía. Todo fue en segundo, en el que eché a correr. No sabía si me seguía. En ningún momento miré atrás.

Por suerte pude ver a Ana caminando más adelante de mi. La alcancé.

- Eu, ¿Qué pasa? Me asustaste - Traté de calmar mi respiración.

- ¿Puedo ir a tu casa? - Sentí mis ojos llenarse de lágrimas. Ella asintió y nos fuimos.
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PERDOOOOOOOOON. No tienen idea de todo lo que tuve que estudiar y encima todavía no me llegó mi nota. Todavía estoy muy estresada y ansiosa, pero espero que les guste el capi. Ya estoy preparando el otro.

Young and Beautiful Criminal © / Editando #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora