Capítulo 7

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Julia

Pasaron 3 días. 3 días en los que no lo vi. 3 días que me los pasé asustada. 3 días sin querer salir de mi casa, preocupada por mi familia. Aun así, todo seguía su rumbo mientras yo me preocupaba en una pausa constante.

Cada vez que salía no paraba de mirar hacia todos los lados. Al salir y entrar de casa, más que nada, me asustaba más. Me perseguida por la idea de que él podría estar por ahí, escondido. Traté de no olvidarme de la cara de su amigo ... Ramón. Capaz que lo manda a él a vigilarme, para aplicaciones de que no lo denuncie o algo así.

Aun con mi paranoia, traté de calmare. Pensaba en que tenía que enfocar mi mente en otras cosas. Miré al mi alrededor y noté que era un lindo día. Sábado a las cinco de la tarde. Había muchos chicos jugando en la plaza. Las mamas hablando, o chismeando seguro; se reían. Todos parecían tener un buen momento. Respire hondo y sonreí, tal vez con la esperanza de que eso me haga sentir parte de esas personas.

Entonces alguien tocó mi espalda.

-Amor- Me sobresalté y me di la vuelta.

-Sí, Agus, ¿Qué pasa?- Suspiré calmándome.

Entrecerró los ojos con una sonrisa.

-Pasa que te estaba llamando y no me contestabas. ¿Qué te pasa a vos?

Negué con la cabeza. -Nada, nada-

Levantó las cejas. -¿Segura? Porque te veo rara, ¿pasó algo?-

Negué con la cabeza nuevamente.

-Nada, Agustín, basta-

Levantó las manos en forma de defensa. -Bueno, tranquila- 

-No, ya sé. Pero me preguntas y me preguntas y es molesto- Me crucé de brazos.

-Bueno, entonces no me preocupo más por vos-

Suspirar. Lo agarré de la mano, deteniendo la caminata y se giró a verme. Estuvo un semblante serio.

-Perdón, fui un poco injusta, ya sé-

Soltó su ceño fruncido y suspiró.

-Pero ¿qué te pasa? -

"¿Era seguro contarle a Agustín?" Pensé "Poner en peligro a alguien más ... A él".

-Nada, ando distraída por los exámenes y eso- Asintió comprendiendo y me abrazó. No me di cuenta de cuánto necesitaron un abrazo, hasta ese momento.

-Tranquila, Juli. Vos sos inteligente. Vas a ver qué te va a ir re bien- Sonreí.

-¿Qué onda la parejita? - Nos soltamos y vimos a Tomás frente a nosotros.

-¡Eh! ¿Qué onda Tomi? - Saludo de puños y mí me dio un beso en el caché.

-¿Disfrutando del amor? - Se reía. Rodé los ojos.

-Ya te gustaría a vos, solitario- Rieron.

Me habría reído junto con ellos, si no fuera porque en ese momento sentí que mi corazón se detenía.




Carlos

-¿Pero le dijiste que la ibas a matar si especifica algo? -

-Sí, Ramón, cerra el orto un ratito ¿queres? - Solté con bronca el humo del cigarrillo.

Desde que nos encontramos en la plaza, no dejó de hacerme preguntas sobre Julia. Me preguntaba, cómo le dije, cuándo se lo dije, si le apunté con un arma o no, si la toque. Igual me jodo yo por seguir a un pibito de 16 años. A veces era tan estúpido, pero también me servía.

-Es que tenemos que hacer las cosas bien, Carlos. Además, hoy tengo algo preparado. A la noche, como siempre

Esa era una de las razones por las que no lo mataba. Siempre están los mejores lugares para robar. Y todas esas veces salieron muy bien, aunque nunca se olvidaba de hacer alguna boludez de por medio

-¿Qué cosa? - Fruncí el ceño y lo miré.

-Hay un modelo que está re buena, y ya averigüé donde va a estar hoy- "Ahí comenzó la boludez"

-¿Y eso que tiene que ver conmigo? -

Me miró atónito. -Sí me rechaza, bueno, voy a tener que agarrar por las malas ... - Rió de manera estúpida. -Y bueno, lo mejor va a ser la parte de matar te encargues vos, que tanto te gusta. La mina es famosa y no va a dudar en mandarnos en cana si la dejamos viva

Me pareció la idea más pelotuda del mundo, y todo para terminar siendo rechazado, porque estaba seguro de que el modelo no iba a tardar en decirle que no. Aunque la idea de matar llamaba mi atención. A decir verdad, no es el hecho de asesinar o robar lo que más me gustaba, sino que es la adrenalina en sí. Adoro esa sensación en la vida o la vida de alguien más está en riesgo. Siempre reía en los asaltos mientras me imaginaba al otro día a todos los policías tratando de averiguar quién había llevado tanta plata, en tan poco tiempo y lo mejor de todo ... sin un solo testigo. Y matar ... Cuando tengo que matar a alguien imagino que no muren, que en realidad es toda una puesta en escena. El protagonista soy yo, quienes sostienen el arma, y ​​los protagonistas secundarios son los que simulan morir. Cuando se dispara el "acción" típico de las películas, significa que es el momento de disparar. Es un papel pequeño, pero lo hago muy bien.

-Tenemos que ir donde haya plata, Ramón. Yo quiero sentir mis bolsillos llenos de guita. Si vos queres meter la mano en tu bolsillo y sentir tu poronga, mambo tuyo. No me jodas- "Pelotudo", pensé mientras rodaba los ojos. Nunca hablé con él sobre esa adrenalina que amo sentir porque estoy seguro de lo que habría comprendido, así que me limitaba a decirle que me encantaba la guita.

-La mina tiene biyuya, bastante. Siempre anda con joyas hasta en la concha, seguro. Si queres les sacas todo, lo que llevas a una casa de empeño y ahí vas a sentir tu plata que tanto queres. Pero para eso me vas a tener que ayudar con lo que te pedí- Tiró su cigarrillo al piso y lo apagó con el pie.

No me vendría nada mal vender un par de joyas en varios lugares. Seguro que yo obtenga más plata por si la necesito, para mi familia. También podría regalarlas, siempre hay alguien que está peor que uno.

-¿Qué modelo? - Pregunté curioso.

-Ana María Casillas- Me reí.

-¿No es la que hace karate? - Era un modelo con un buen estado físico, un poco musculosa. Definitivamente no era mi tipo.

-Sí, pero la quiero ver defendiéndose con un arma enfrente de su cara- "Un día de estos se va a venir una piña por boludo". -Ahora me voy al centro, espérame en la Pizzería Tito, ella va a salir del hotel que está enfrente. La convencemos, la subimos al auto y yo me encargo

Todavía no entiendo su fascinación por violar, pero también a mano, él tampoco comprendía todo lo que pensaba. A decir verdad, creo que sí entiendo esa "necesidad" que tiene de tomar a las mujeres por la fuerza, nunca le vi una sola novia. Siempre dice que las mujeres no sirven y mierdas así, pero hasta ese momento ninguna chica se le había acercado.

Envuelto en mis pensamientos, seguimos caminando y rodeando la plaza. Ramón se hable hablando sobre aquella modelo, pero no pude prestarle mucha atención. Y entonces la vi. Ahí estaba, con dos chicos. Ella se dio cuenta de mi presencia y le sonreí de manera seductora. Tengo que admitir que mi ego aumentaba a medida que me miraba más aterrorizada. 

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DATAZO
El intento de abuso sexual hacia el modelo, es un caso real efectuado por Carlos Puch y Jorge Ibáñez (Ramón). Planeo dar más detalles en el próximo capítulo: v

Young and Beautiful Criminal © / Editando #Wattys2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora