Prologo

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                                                                       Planeta Tron, Galaxia Toron

                                                         Último planeta de la Séptima Dimensión

                                                                         5993 A.Y. (Año Yessat)


-Me alegro de que me acompañes en este viaje de regreso a mi tierra natal, hijo mío-.

La Emperatriz Jana elevó la mirada en dirección a su muchachito de seis pies y tres pulgadas de altura y de doscientas treinta libras de peso y sonrió. 

Mientras le apretaba la mano afectuosamente, lo llevó desde el holopuerto ubicado en las alturas del próspero pueblo hasta un transporte acuático Q'ana Tal que flotaba hacia el centro comercial más importante que se encontraba abajo.

Cuatro guardias guerreros asignados a su protección dirigían la procesión real en un transporte que se encontraba directamente delante del vehículo ocupado por madre e hijo, mientras que cuatro guardias guerreros más ocupaban la retaguardia en uno aparte.

Los brillantes ojos azules de Harry Q'an Tal inspeccionaron el bullicioso centro comercial que se acercaba sobre el horizonte. Miró a su madre desde arriba; que estaba sentada a su lado y sonrió.

-Es un bello lugar, mani-.

Jana extendió los brazos hacia arriba, deslizó una mano por las trenzas de su hijo y le acomodó un mechón suelto detrás de la oreja. Sonrió mientras lo contemplaba. 

-Te vuelves más atractivo a cada Nuba-minuto, Harry. Ya eres la viva imagen de tu padre-.

Harry se sonrojó ante sus palabras y desvió la mirada.

Jana sonrió. -Tal vez semejante cumplido es vergonzante para un niño-hombre que sólo ha vivido diez Años Yessat pero, en unos pocos años más, te alegrarás de tu buen aspecto-.

Harry gruñó ante esas palabras. - Por qué debería preocuparme por semejante idiotez, mani? Lo que importa es convertirme en cazador-.Ella sonrió. 

-Ah, pero cuando encuentres a una muchacha especial, la que esté destinada a ser tu verdadera pareja de corazón, te darás cuenta de que la vida no sólo se trata del arte de la guerra-.

Harry tragó saliva; dudaba de las palabras de su madre. Pero, como la amaba tanto, nunca pensaría siquiera en responderle.

Jana le aferró la gran mano con la suya, más pequeña, y dejó a un lado el tema. -Mi mani y mí padre no te han visto en casi dos años Yessat. Por ese motivo, te han pedido que me acompañes en este viaje de regreso a mi tierra natal-.

Harry sonrió, le agradaba la idea de volver a ver a sus abuelos. -Sí. La última vez que vinieron a Trek Mi Q'an yo me había ido a Joo con papá-.

Jana asintió con la cabeza; luego, le soltó la mano para señalar diversos lugares conocidos que veía suspendidos debajo de ellos. Harry escuchó con atención.

 Escudriñaba los centros comerciales y las casas todo alrededor del pintoresco paisaje del mundo teñido de azul sobre el que habían aterrizado.

-Y allí-, dijo la Emperatriz con entusiasmo, -se encuentra mi hogar natal-. Suspiró con nostalgia. -Con tus tías y tíos disfruté de la más despreocupada de las juventudes en este pueblo-.

Sus labios se ensancharon de par en par para formar una sonrisa nostálgica mientras se acomodaba un largo rulo de cabello dorado sobre el hombro.

Mientras le estudiaba el rostro a su madre, Harry pensó que nunca había sido testigo de una vista más hermosa. No estaba seguro si el resto de la gente de las galaxias la veía así o sólo él, pero no le importaba. Era la perfección. Era su madre. - Extrañas, mani?-.

Esclavizado (H.S) 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora