Capitulo 11

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Marty se mordió el labio inferior para dejar de sonreír a la vez que sentía el enojo y los celos de Harry en aumento. Ignorándolo por completo, llevó su fuente de dulces y fresas calientes al Señor death, asegurándose de pararse a su derecha como para que él pudiera observar de cerca su coqueteo.

Ora tenía razón, reconoció mentalmente. Cuando una mujer está físicamente excitada, se siente como si hubiera nacido para seducir.

La cabeza oscura del Señor de la Death se elevó lentamente, al darse cuenta por primera vez que una sirvienta fiel se había parado a su lado. Su mirada brillante y dorada halló sus pezones, fijándose en el aro del pezón que llevaba por un momento. Al fin, luego de varios segundos, su mirada dorada echó un vistazo hacia arriba y se detuvo en su rostro. - Tienes algo para mí?- bramó.

Marty podía sentir el enojo de Harry elevándose por el doble mensaje. Ella sabía que si lo miraba su mandíbula estaría apretada y sus orificios nasales ensanchados. Bien.

-Sí-, suspiró profundamente, acercándose como para que sus pezones estuvieran prácticamente tocando sus labios. -Caramelos-Mig, fresas calientes, bolas glatta y prygga-. Ella sonrió mientras la mirada de él volvió a sus pezones. - Le gustaría probar algo mi señor?-

La tosca lengua del guerrero salió disparada y se envolvió en el pezón que llevaba el aro azul Wani. Marty gimió. No había esperado esto. Pero mientras lo observaba probarlo con su lengua, luego tirar suave y pausado con sus ojos cerrados, ella se debatía entre la excitación totalmente física y la sensación de vergüenza de ser acariciada en público.

Y Harry... estaba tan enojado. Y oh su enojo la estaba haciendo olvidar de la vergüenza. Marty suspiró lascivamente mientras colocaba la fuente de frutas sobre la mesa elevada, luego pasó sus manos sobre la cabeza de Death. Ella presionó la cara de él más cerca de su pecho, su respiración entrecortada cuando él comenzó a chupar en forma más vigorosa su pezón.

Y luego la mano del guerrero estaba abriendo su falda qi'ka, sus dedos recorriendo los rulos dorados como la miel que cubrían su pubis. Experimentó un momento de pánico cuando su pulgar se ubicó sobre su clítoris pero se atenuó dando paso a la excitación y a una deliciosa revancha.

-Mari-.

La voz de Harry. Baja y amenazante.

Marty lo ignoró a la vez que cerró sus ojos y presionó su cuerpo más cerca del de Death. Los labios de él continuaban tirando y chupando su pezón y su pulgar comenzaba a trazar vigorosos círculos en su clítoris. Ella gimió, su cuello desnudo para él.

-Mari-.

La voz de Harry otra vez. Su nombre había sido gemido en forma de advertencia esta vez.

Marty se robó una sonrisa cuando abrió sus ojos e hizo de cuenta que era la primera vez que oía su nombre. -Lo siento-, dijo con disimulada ternura, abriendo más sus piernas en el piso como para que Death pudiera jugar con su carne a su antojo, - me hablabas?-

Un músculo comenzó a hacer un tic en la mandíbula de Harry. -Síííí-, dijo entre dientes. Sus orificios nasales se ensancharon mientras su mirada se dirigía hacia su amigo. -Death- él ladró, - libera mi sirvienta fiel ya que debe servirme los dulces-.

La cabeza de Death emergió del pecho de Marty lo suficiente como para gruñir. Una vez logrado eso, enterró su cabeza en sus pechos y retomó su chupada contento.

Marty arqueó su entrecejo a Harry como desafiándolo. -Estoy seguro de que Typpa va a estar más feliz de servirte-. Hizo un gesto ceremonioso con la mano. -O cualquier otra de tu harem-.

Esclavizado (H.S) 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora