Ciudad Cristal en el Planeta Galis
Una semana después
Kari Gy'at Li, una vez conocida como Kara Marie Summers, sintió que sus pezones se endurecían por su propia voluntad mientras pegaba un vistazo desde el escenario en el que estaba actuando, como así también a la mirada brillante y dorada del guerrero más grande y feroz, que ella había conocido en todos los años que había estado en esta dimensión.
Era un gigante, un verdadero titánico. La clase de macho alfa territorial que sus hermanas adoptivas le habían advertido.
Pero la forma en que la estudiaba, del modo en que sus ojos llenos de cavilación contemplaban cada pulgada de su cuerpo y lo codiciaban era mucho más excitante que lo que cualquier otra palabra pudiera describir.
Kari halló con descaro la mirada dorada del caudillo cuando se sentó delante de él en el escenario, y abrió bien sus muslos. Los ojos de él, de inmediato volaron a la carne entre sus piernas, y ella pudo oír como su respiración crecía cuando él, miraba allí.
Kari sintió que el deseo se anudaba en su estómago, mientras con picardía, pasaba sus dedos por la mata de pelo rojo vino que cubría su pubis. Los ojos del gigante registraban el movimiento, viendo cada cosa, sin perderse nada.
Sus pezones rosas se hincharon, se endurecieron y se alargaron de las carnosas superficies de sus aureolas. Mirarlo al contemplarla era la cosa más excitante que ella había experimentado jamás.
Kari comenzó a jugar consigo misma del modo que ella sabía que le gustaba a los guerreros, masajeando su labia y su clítoris en círculos lentos y sensuales. Podía sentir como se humedecía más y más, podía sentir su rocío empapando sus dedos mientras continuaba excitando al caudillo con su incitante juego de dedos.
El caudillo, sin prestar ni medio de atención al protocolo, alcanzó sus pechos y comenzó a masajearlos, tocándolos con sus grandes manos, luego tirando de los pezones mientras Kari, acariciaba su concha para que él disfrutara de esa visión.
Sintió escalofríos cuando sus pezones no podían estar duros. No le ofreció resistencia al gigante cuando su boca se aferró a un pezón con un gemido y lo succionó con el calor de su boca.
Kari lanzó una respiración temblorosa mientras la chupaba. Arqueó su espalda como para que sus pechos se levantaran y presionaran más sobre la cara de él.
El caudillo largó el pezón, haciendo un sonido al dejarlo, luego usó ambas manos para estirar sus pechos blancos como perla y acercarlos tanto como pudiera. Él gruñó de satisfacción cuando pudo lograr que los pezones se alinearan, luego bajó su rostro hacia el pecho de ella, y succionó ambos pezones a la vez en su boca.
Kari jadeó, la mano que había estado jugando con su clítoris cayó sin fuerzas a su lado. Ella gimió cuando le besaba sus pezones turgentes, luego emitió gemidos cuando él los succionó con vigor como si fuesen chupetines.
Se sentó en el escenario por un largo rato, sabía que el puesto de comidas estaba lleno y que todos los ojos la estaban devorando ávidamente, incluso le permitió al caudillo romper las reglas y chupar sus pezones hasta estar contento.
Pero parecía que nunca iba a darse por satisfecho. Pasaron cinco minutos. Luego diez. Luego quince. Y todavía el gigante seguía chupando sus pezones, sus ojos cerrados de placer mientras él saboreaba sus picos turgentes una y otra vez.
Kari quería más. Estaba tan caliente, tan excitada, que permitiría a este gigante guerrero hacerle lo que él quisiera. Y ella quería que le hiciera cualquier cosa, que le hiciera todo. Había oído todas las historias, sabía que las mujeres no significaban nada para los guerreros más que el darles sus cuerpos que eran como juguetes para ellos, sin embargo en ese momento ella quería ser el juguete con quien él jugara más que el aire que quería respirar.
![](https://img.wattpad.com/cover/207302707-288-k7577.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Esclavizado (H.S) 3
Viễn tưởngEl siguiente material incluye contenido sexual gráfico para lectores adultos. Esta historia ha sido calificada como una obra de contenido E por un mínimo de tres críticos independientes. Las escenas de amor sensuales son explícitas y no dejan nada l...