- Mi amo?-
Kara fue cuidadosa de mantener su mirada baja mientras lentamente quitaba su mazi para Cam en la privacidad de su cámara esa salida de luna. Ella no quería ir hacia él en esa noche ya que no quería sentir ningún remordimiento de culpa. La caza ya estaba programada. El transporte proverbial estaba en movimiento. No había vuelta atrás. - Querías hablar conmigo?-
Cam no dijo nada, simplemente miró su desnudez cuando se desvistió para él. La lujuria en sus ojos verdes azulados brillantes la excitaron como siempre lo hacían. y Kara sintió que sus pezones se paraban. Esto, ella pensó para sí misma temblando un poco, no podía pasar.
La mirada de Kara se disparó sombría para estudiar su rostro. Él había cambiado mucho durante los años, pasando de ser un guerrero joven y sonriente que siempre la había hecho reír y le hacía bromas. a un guerrero más adulto de treinta y nueve años Yessat que raramente sonreía y siempre se las arreglaba para hacerla asustar.
Él estaba adusto y a ella ni le importaba. Pero quizás ese sea el precio que un guerrero paga cuando la sangre de tantos estuvo en sus manos.
Kara era inocente y protegida, pero no tenía nada de estúpida. Cam había empezado con nada, había nacido en este reino de un hogar humilde. Él había peleado por cada cosa que era ahora suya y sabía que nada le sería reclamado. Ella lo admiraba por su fuerza, pero paradójicamente era esa fuerza que lo asustaba tanto.
De haber nacido de un humilde minero de arena trelli, a ser un cazador, a cosechar sus propios sectores y mandarlos... tales progresos no pasaron sin probarse a sí mismo al quitar al enemigo en tanta batalla.
Ella se dio cuenta de lo que ella significaba para Cam K'al Ra. No trató de engañarse a sí misma ni por un Nuba-minuto. Ella era el último trofeo de una destreza de batalla. No podía haber un premio de matrimonio más grande para un hombre nacido de un minero trelli que la hija del emperador, la hija del cuadillo más poderoso y rico de las dimensiones del tiempo.
Por virtud de su linaje materno, los hijos de Kara serían proclamados reyes al nacer y sus hijas serían princesas, aunque no Gran Princesa como ella. Por supuesto Cam K'al Ra la codiciaba, ella pensó con tristeza. Quién podía culparla? Qué guerrero nacido de un minero trelli no lo haría?
Qué guerrero nacido de un rey no le importaría eso?
Pero ella quería más de un Compañero Sagrado, se recordó a sí misma. Ella quería ser amada no como un premio de batalla, sino como una mujer. Y ésta fue la razón por la que la caza ya había sido establecida.
- Mi amo?-, ella preguntó otra vez, más tranquila esta vez. - Deseaba verme?-
Él no dijo nada mientras la levantaba lentamente de su silla, no dijo nada mientras la conducía, no dijo nada mientras la levantaba y la llevaba a la cama elevada.
- Qué haces?- Kara respiró cuando él la depositó gentilmente sobre la cama.
Él deslizó sus caderas hasta el borde y empujó sus muslos para separarlos con sus grandes manos. Y aún sin decir nada.
- Mi amo?-, ella jadeó mientras se apoyaba en sus codos y miraba entre sus piernas para ver que estaba por hacer él.
La mirada de Cam chocó con la de ella, mientras su pulgar encontró su clítoris y lo trabajaba en círculos metódicos. Kara gimió mientras lo miraba sin pestañear.
-No hay escapatoria-, él murmuró. -Ahora no. Ni nunca-.
Su mirada se paseó cautelosa. Él sospechaba y eso no ayudaba mucho por supuesto. -Yo, yo no sé que quiere decir-, le dijo ella con sorpresa fingida.
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Esclavizado (H.S) 3
FantasyEl siguiente material incluye contenido sexual gráfico para lectores adultos. Esta historia ha sido calificada como una obra de contenido E por un mínimo de tres críticos independientes. Las escenas de amor sensuales son explícitas y no dejan nada l...