Desnuda, Marty espió por el ojo de buey que estaba ubicado en su cámara privada dentro de las instalaciones del harem. Ella pensó que éste era el lugar más extraño en donde había estado desde que fue expulsada de la tierra a la galaxia que fuere que ella estaba ahora habitando. Trek Mi Q'an creía que era el nombre.
Lo único que Morak tenía en común con Tron era la incapacidad de la gente para pronunciar fonéticamente la letra T en su nombre. Entonces una vez más, cuando le dijo por primera vez su nombre al maldito gigante, él la apodó Mari, insistiendo en que ella era su pequeña.
Lo que fuera.
Sin querer pensar en la bestia fornicante que la había esclavizado, ella llevó sus pensamientos al hábitat donde ahora estaba viviendo. La luna roja de Morak, reconoció, fue nombrada apropiadamente. Durante las horas del día un rojo sol dominaba los cielos, socavando un sol amarillo más pequeño detrás y proyectando un tinte rojo casi imperceptible sobre la tierra. El tinte apenas se veía en días claros. En los días nublados el aire brillaba y lucía espeso, era como si los parches de luz roja iluminaban los cielos.
Las noches eran casi siempre iguales, ella pensó, mientras contemplaba la atmósfera de noche que había justo afuera del gran ojo de buey. Más que ponerse negro como en las noches de la tierra, el aire se teñía de un color rojo carmesí oscuro, casi como el de la sangre. Todavía estaba oscuro y la visibilidad era baja tal como lo era en la tierra, pero igualmente roja.
Fascinante.
Igualmente fascinante era la estructura del palacio en la que estaba encerrada. el Palacio de los espejos, le dijeron que se llamaba. No le tomó mucho tiempo darse cuenta del porqué del nombre.
La base del castillo mismo estaba afianzada en un cuerpo de agua que brillaba como un espejo plateado. Muchos ojos de buey estaban punteados en cada cámara que estaba bajo la línea del agua, reflejando retumbos como espejos de imágenes desde adentro. Era un fenómeno interesante, ser capaz de mirar la reflexión libre de cristal de uno mismo tan sólo con mirar el agua que estaba al otro lado de los ojos de buey sellados.
La única vez que fue posible ver vida marina que merodeaba dentro de las aguas de espejo plateado fue cuando una criatura pudo nadar directamente hasta un ojo de buey, como si estuviera mirándolo a uno.
A Marty todavía le daban escalofríos cada vez que pensaba en el primer día que fue traída allí.
Se había estado reflejando en lo que ella pensó que era un espejo cuando de repente una boca grande, con colmillos había aparecido por todo su alrededor. Ella dio un grito ahogado y retrocedió, sin saber qué pensar.
La cabeza de la bestia bajo el agua se había movido un momento después y un ojo carmesí la había mirado fijo de vuelta. Ella sabía que el predador, quien tenía la apariencia de un pulpo rojo con colmillos afilados había estado contemplándola como para una comida. Había procedido tres veces a golpear la barrera sellada del ojo de buey en tres oportunidades, pero se había dado por vencido y nadó lejos cuando se dio cuenta que no podía atravesarla.
Un predador inteligente. Nunca es una cosa buena eso.
Marty había tragado de golpe al verlo mover un tentáculo y nadar lejos. El tamaño de los colmillos y los talones de la criatura de mamut no merecía retarlo a duelo. No hace falta decir que la hubiera roto en pedazos en menos tiempo de lo que le lleva a un calamar gigante comer un atún.
Entonces Marty se mantuvo lejos de la base del palacio y optó por permanecer en su cámara por la mayoría del tiempo. Las instalaciones del harem estaban ubicados un nivel más arriba de las aguas, en algún lugar cercano al piso medio del castillo.

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Esclavizado (H.S) 3
FantasyEl siguiente material incluye contenido sexual gráfico para lectores adultos. Esta historia ha sido calificada como una obra de contenido E por un mínimo de tres críticos independientes. Las escenas de amor sensuales son explícitas y no dejan nada l...