Capitulo 25

1.7K 61 2
                                    


Ciudad Arena, dos días después

Oh, sí. Ella estaba celosa.

Marty no esperaba sentirse así, no luego de su tiempo en el harem cuando ella lo había visto acariciar otras mujeres, y no había tenido el consuelo de saber que él la amaba como para volver, pero extrañamente, ahora que era su esposa, los celos estaban allí. Algo estúpido considerando el hecho de que ella lo había visto hacer de todo a Ora, incluso hundiendo su pene en ella.

Esa noche cuando ella, Harry y Ora habían participado en un trío, Marty se había excitado al verlo chupar los pezones de Ora, al verlo practicar sexo oral a Ora mientras ella gemía, se retorcía y se acababa. No sabía cual era la diferencia entre antes y ahora, pero sospechaba que era porque ella confiaba en Ora mientras que ella no confiaba en estas otras mujeres. Sabía lo que pasaba por las mentes de estas sirvientas fieles porque ella había sido una.

Sentada junto a ella en el lado de las mujeres de la gran sala, Ora pasó una mano por los pechos hinchados de Marty, mientras miraba a Harry deslizar la lengua alrededor de los pliegues labiales de una robusta sirvienta fiel. -Las de ella no pueden compararse con éstas-, ella le murmuró a Marty al oído.

Marty sonrió mientras abría sus piernas a Ora para que la masajeara íntimamente. La relación entre ella y Ora era un poco rara para los estándares de la tierra, ella admitió, pero era considerada normal para los de Trystonni. Ella y Ora se amaban, eran mejores amigas pero no estaban enamoradas. Y sin embargo tenían una fuerte atracción sexual una por la otra que a veces culminaba en tocarse eróticamente.

-Tu sabes-, Ora dijo al jugar con la concha de Marty, -Nunca antes he estado en un Banquete de Consumación real. Al menos no de este lado de las cosas-. Ella se rió por lo bajo. -Estoy esperando con ganas-.

-Yo también-.

Los ojos de Marty se angostaron cuando registró la escena del otro lado de la gran sala. Dos sirvientas fieles estaban haciendo sexo oral a su mirado mientras él lamía la concha de una tercera.

La sirvienta fiel estaba gimiendo y jadeando desde donde yacía acostada sobre una mesa elevada, sus muslos tan abiertos como podían estarlo, sus manos presionando la cara de Harry hacia su carne. -Oh sí-, gimió la sirvienta, sus pezones sobresaliendo mientras él la lamía,-oh sí-.

Los orificios nasales de Marty se ensancharon.

Arrg!

-Mmmm-, Harry ronroneó con ese sensual gruñido suyo. Él levantó la lengua con movimientos rápidos sobre su clítoris por unos segundos, luego tomó la sensible pieza de carne entre sus labios y la chupó tan fuerte hasta que ella gritó y se acabó. Un momento después él estaba acabándose en

las bocas de las sirvientas fieles que le estaban practicando sexo oral, gimiendo fuerte mientras llegaba al clímax.

-Estuvo excelente-, él las felicitó, les acarició la cabeza a ambas sirvientas fieles. Metió los dedos en la vagina de la sirvienta fiel que él había estado chupando. -Y fue una comida bastante tentadora la que me ofreciste-. Él giró su cabeza y le sonrió a Zor. - Cambiamos, hermano?-

Marty se distrajo de la escena del otro lado de la gran sala cuando Giselle gruñó a su lado. –Lo voy a matar-, ella echaba humo. -Rem es un hombre muerto-.

Marty miró hacia donde el marido de Giselle estaba sentado junto a Dak. Sí, no podía culparla.

Rem estaba derramando su semen en la boca de una sirvienta, sus labios aferrados sin embargo a otro pezón mientras él gemía.

-Ya nos llegará el turno-, le aseguró a Giselle. Sus dientes rechinaron cuando ella miró de vuelta a Harry. -Definitivamente-.

-Carajo, deberíamos...- La voz de Giselle se apagó cuando giró su cabeza para mirar a Marty.

Esclavizado (H.S) 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora