Epilogo

2.2K 53 1
                                    


Sector Jioti del Planeta Trystonn

Una semana después

Él, un guerrero que no se prestaba a bromas, se había burlado de Harry por ser tan zopenco en reconocer a su Compañera Sagrada al verla.

Un tic comenzó a trabajar en la mandíbula de Death cuando se retiró de la plataforma de lanzamiento del transporte, y se dirigió hacia su estado. Él era tan condenadamente zopenco como su amigo.

Se había dado cuenta que Kari pertenecía a él mientras atendían el Banquete de Consumación.

Por mucho que tratara, cuando el festín había finalizado, él no había podido reunir el deseo suficiente como para llevar cualquiera de las sirvientas fieles hacia las vesha.

Había habido un sólo canal que él hubiera deseado probar, sólo una mujer cuyo semblante había quedado en su mente.

Pero ella se había ido.

Él había instruido a Kari que aguardara su retorno a Ciudad Cristal antes de que partiera para el Banquete. Ella no había esperado. De acuerdo con su empleador anterior, se había largado del sector en el momento en que Death la había rechazado. Era muy obvio que la pequeña galiana pensó negarle sus derechos al eludirlo.

Death gruñó al entrar a la gran sala y pedirse una copa de licor matpow. Si él no hubiese estado tan condenadamente enojado por su deliberada desaprensión, él hubiese reído. Ella podía correr, sí, pero no era nada más que tonta si realmente creía que él no la iba a encontrar. Ella le pertenecía. Él no podía hacer nada más.

Sentado en la mesa elevada, él apoyó su cabeza sobre los pechos de la sirvienta fiel que masajeaba sus hombros. Hubo un tiempo en que ella había sido su favorita. Ahora él, se la daría a Gio como presente.

Gio. El ya entrenado Gran Señor no había sido sí mismo desde que había sabido de la conducta de la Princesa Dari en los puestos de trueque en Ti Q'won. De verdad, Death ahora deseaba no haberle dicho nada. La pequeña bella no había hecho nada más que coquetear tímidamente, sin embargo Gio había tomado la noticia como si la princesa lo hubiese invitado a probar su canal virgen.

Los ojos de Death se angostaron mientras se preguntaba, qué haría si sabía que Kari había más que coqueteado con otro guerrero luego de escaparse de él. Él gruñó. Él mataría al guerrero, eso es lo que haría.

Death suspiró. Supuso que el humor severo de Gio era comprensible después de todo.

Elevando su copa, sus pensamientos pasaron a Kari mientras tomaba su trago. La encontraría pronto, se prometió en silencio, y cuando lo hiciera no la dejaría ir otra vez. Él había vuelto a Jioti a reagruparse por un momento, a reunir a sus cazadores que quizás podían necesitarlo en su búsqueda de novia.

Él necesitaba el canal dulce y seductor de Kari. Él necesitaba su boca ansiosa y voraz. Y él, admitió con una voz resuelta, la necesitaba y punto.

Era un tonto por no haberla reconocido al principio, supo enseguida, un tonto que nunca estaría satisfecho hasta que ella, estuviera firmemente bajo su dominio.

Amor de corazones. Cuando había sido capturado tantos años atrás, a él le habían dicho que nunca sería suya. El diablo le había hecho creer esas palabras, le había hecho creer que era un hombre muerto caminando.

Death. Él lo había nombrado Death. Y no le había puesto resistencia al diablo porque le había creído.

Pero Kari era suya. Él sabía que ella era suya. Y eso significaba que el diablo había mentido.

Esclavizado (H.S) 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora