Carta número cuarenta y tres.

139 18 1
                                    

El día de hoy amanecí muy feliz a pesar de lo de ayer. Luna también pareció haberse levantado de muy buen humor, pues en cuanto abrió los ojos empezó a correr como si hubiera recargado energía toda la noche.

Espero que no pienses que suena muy acosador, pero gracias a mi amiga Aria me enteré de que no asististe al evento del baile de bienvenida. Aún desconozco la razón pero según las especulaciones de mi amiga, dice que es por que no fui de igual manera al baile. Creo que está algo chiflada. Okey, muy chiflada de la cabeza.

Es más, suena hasta ridículo el hecho de pensar de que no fuiste a una fiesta solo por que yo no estuve ahí. Aunque pensándolo bien, en toda la tarde de ayer no te vi asomarte al ventanal con tu traje azul marino, exactamente el mismo que compraste el día que fuimos al centro comercial y me saludaste con un beso en la mejilla. Ese día nunca lo voy a olvidar en verdad.

Me levanto de la cama y salgo hacia el balcón. El fuerte viento azota en mi cara como una suave brisa de abril en verano haciéndome sonreír y cerrar los ojos por el delicado tacto. Escucho un grito y de inmediato los abro, lo primero que visualizo es tu perfilado y marcado rostro observarme con detenimiento.

Un leve y muy notorio sonrojo aparece en mis mejillas al recordar que uso unos short de tela junto a una blusa de tirantes ombliguera con el estampado de Patricio estrella.

Madre santa x2.

Atte: Peyton Collins, tu vecina.

Las Cosas Que No Te He Dicho. [#1] (EDITANDO)©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora