Carta número treinta y cuatro.

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¡Buenos días, buenas tardes, buenas noches! Espero hayas amanecido muy bien el día de hoy. Por cuestiones de vergüenza extrema hacia tu persona, no me he acercado por el momento a mi ventanal.

Anoche la pase de maravilla, había muchas pinturas que me encantaron y lo mejor de todo fue que pude comprar alguna de ellas. Había como una tipo subasta y gracias a la ayuda de Hudson pude tener una de las pinturas más preciosas que he visto en mi vida, el chico que la pintó se basó en Picasso pues explicó que era su pintor y escultor favorito.

Bueno, en este momento me encuentro fuera de mi misma, es decir, siento que algo me falta, no tengo idea de lo que pueda ser pero me siento vacía por dentro a pesar de lo feliz que estuve anoche. ¿Será que necesito verte para poder hacer de mi día uno mejor?

O quizá sólo sea el hecho de que desde hace dos domingos atrás no he ido a correr como de costumbre. De hecho estoy considerando llevar a Luna mañana con la veterinaria, ya que esta semana estuve un poco ocupada con los trabajos.

Espero que esté bien.

Atte: Peyton Collins, tu admiradora y vecina.

Las Cosas Que No Te He Dicho. [#1] (EDITANDO)©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora