Carta número cincuenta y cuatro.

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Parpadeo varias veces tratando de prestar atención. La profesora Zoé me mira dudosa respecto a la decisión que anteriormente me ha hecho saber; hacer un mural en una de las paredes del instituto.

No se como se ha enterado, pero me ha dicho que una persona anónima sabe acerca de mi gusto por las bellas artes. Me ha contado que quiere hacer algo representativo, algo que llame la atención y sea simbólico entre los estudiantes.

Me ha escogido a mi para hacer este importante proyecto.

Cuando me lo ha terminado de contar he quedado realmente sorprendida. Solo hay tres personas en el mundo que saben acerca de lo que me gusta hacer; mamá, Aria y Hudson. Así que dudo que esa persona anónima no sea uno de mis dos amigos.

Asiento dándole a entender que estoy encantada con ella o más bien, con la idea. Me da una pequeña hoja con un boceto plasmado en ella y los colores que posiblemente podía implementar. Me a tomado desprevenida sin duda alguna.

Salgo de la sala de maestros encontrándome con Aria en el pasillo, entrelazo mi brazo con el de ella realmente emocionada. Se que debería de estar muy molesta por el hecho de tenerme abandonada estos días pero no puedo dejar simplemente de sonreír.

Le cuento lo que la profesora me ha propuesto. Giramos hacia la derecha tomando rumbo hacia la cafetería encontrándonos con mi querido amigo Hudson saliendo de los vestidores. Doy un pequeño brinco de emoción al ver que es la primera vez que me los topo a los dos juntos en el mismo lugar, hago una extraña reverencia presentándolos.

Ambos se dan una inusual mirada continuando con nuestro recorrido.

Atte: Peyton Collins, tu admiradora y vecina.

Las Cosas Que No Te He Dicho. [#1] (EDITANDO)©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora