Carta número cincuenta y seis.

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Colocar música. Poner mi canción favorita. Estar sola en casa. Uhm, es una buena manera de limpiar cuando tengo un enorme desastre en mi cuarto.

Recojo varias prendas de ropa interior separando la que se encuentra limpia y la que está sucia. Sujeto el cesto de ropa con fuerza frunciendo el ceño al ver que Luna juega con un sostén morado de ositos felizmente, me acerco a ella tratando de quitárselo, negando mi petición empieza a gruñir sacudiendo con determinación la prenda.

Un pequeño gemido de desesperación brota de mis labios al ver que logra sacarme ventaja y empieza a correr en mi habitación divertida de la situación. Pego un fuerte grito cuando intento atraparla pero fallo en el intento, veo como ella sale al balcón y siento como toda la sangre se me sube al rostro. ¿Que tratas de hacer Luna?

No, pero ahí no acaba todo. Veo como una ronca voz grita del otro lado de la casa pronunciando mi nombre, mi pulso se acelera identificando la voz y por lo que veo, Luna lo hace de igual manera. Empiezo a hacerle señas de que se acerque a mi así ganando tiempo para atraparla cuando me resbalo con un poco de agua esparcida en el piso y maldigo en voz alta sintiendo al trapeador caer encima de mi.

Luna se voltea haciendo caso omiso a mis gritos y deja el sostén de ositos a la mera vista. Desde aquí veo tu sonrisa llegar hasta tus ojos.

No puede estar pasándome esto a mi.

Atte: Peyton Collins, la chica del sostén.

Las Cosas Que No Te He Dicho. [#1] (EDITANDO)©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora