Carta número cincuenta y uno.

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Holaaa de nuevo. Peyton Collins reportándose de regreso desde el último asiento de la clase.

Después de haber terminado mi muy costoso dibujo sobre un paisaje que me he estado imaginando desde hace días, siento la mirada de alguien y me sorprendo demasiado al darme cuenta de que es la tuya. Sonrío disimulando el pequeño cosquilleo que provocas obteniendo una sonrisa de igual manera.

Bajo la mirada sintiendo mis mejillas arder de lo nerviosa que me encuentro. Un movimiento aún lado de mi hace que la alce de nuevo y sonrío aún más cuando noto que es mi queridísimo amigo Hudson pero ahora sin sus ya no notables enormes ojeras. Me da un pequeño abrazo platicándome de lo maravilloso que fue su fin de semana, cuando él termina lo tomo por los hombros emocionada recordando que tiene a una admiradora y un agudo chillido sale de mi garganta llamando la atención de varias personas. 

Despistadamente le tiro indirectas de qué hay una chica en la sociedad de alumnos que está loca por él. Pero Hudson todo lo contrario a mi o no le toma importancia o de plano no capta lo que logro decirle. Dibujo pequeños corazoncitos en mi libreta pensando en ti y viendo a mi amigo cuando alguien choca contra mi y hace que el cuaderno en el cual dibujaba, caiga con fuerza al piso dejando al descubierto los corazones que hice hace un momento.

Mi corazón literalmente empieza a palpitar con demasiada fuerza cuando noto que eres tú.

Atte: Peyton Collins, la chica que aún dibuja corazones en su libreta.

Las Cosas Que No Te He Dicho. [#1] (EDITANDO)©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora