Carta número sesenta y uno.

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Observo con atención la pared blanca totalmente aburrida para luego resoplar y doblarme la blusa de manga larga azul que traigo puesta hasta los codos.

Inhalo y exhalo repetidas veces. No todos los días se pinta un mural inexpresivo para demostrar el potencial que puedo llegar a tener. Agarro un pequeño pincel principalmente para hacer las líneas y remarcarlas cuando en ese instante llegas tú.

Alto, sonriente, con tu pelo azabache moviéndose con el aire, tu peculiar forma de caminar y hacer que mi corazón lata con demasiado frenesí en cuanto siento tu mirada recaer en mi.

»Santa cachucha« Pienso asombrada.

¿Todo eso me gusta?

Sueltas una pequeña risa ronca como pudiendo leer mi mente. Mi cuerpo empieza a reaccionar mandando señales eléctricas a todo mi mecanismo.

Lo que me descoloca por completo es cuando simplemente te paras frente a mi. Espero que no puedas escuchar mi corazón.

Atte: Peyton Collins, la chica que está empezando a quererte mucho.

Las Cosas Que No Te He Dicho. [#1] (EDITANDO)©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora