Carta número sesenta y séis.

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Me recuesto en el hombro de Hudson mientras leo un libro de pequeños poemas que me hacen sentir un poco mejor. Mientras que él canta en voz baja, siento como mi cuerpo me pide a gritos que cierre los ojos para poder descansar. Debo decir que no he estado comiendo ni descansando bien estos días, ¿la razón? Bueno, algo de once letras llamado universidad.

Me acomodo un poco mejor cuando siento que mi vista empieza a nublarse y dejo de tener fuerza.

Luego de unos segundos despierto pero me espanto cuando noto que cuatro paredes blancas me rodean sin expresión alguna. Me levanto de golpe lastimándome la cabeza cuando te veo medio dormido en la esquina de lo que al parecer es la enfermería.

El corazón se me estruja de tan solo ver la escena.

Me bajo con cuidado de no hacer el mayor ruido posible y me acerco a ti. Por inercia toco tu mejilla derecha y acomodo tu cabello pasando mis dedos varías veces por el. A ti parece agradarte por qué haces un pequeño gesto que te hace ver lindo.

¿Qué estoy haciendo?

Atte: Peyton Collins, la chica enamorada de ti.

Las Cosas Que No Te He Dicho. [#1] (EDITANDO)©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora