Los Especiales, Primer Libro De La Saga: Los Legados Oscuros De Lorien.

Capítulo 15

"Un Pasado que regresa"

Bogotá, Colombia

Kevin J. Anderson

-¡¡KEVIN!!- gritó ella.

Desperté de golpe. No sabía que ocurría. Me había quedado dormido en el sofá de la sala en casa de mi abuela, con todos mis libros del colegio alrededor. Tenía 15 años cuándo mi colgante brillo por primera vez desde que estoy en La Tierra.

¿Quién grito? Mi madre. Ella sabía que algo diferente había en mí desde el primer instante en que me vio. Bueno, en realidad no es mi verdadera madre, ella me adopto. Me encontró deambulando en un camino rural cuando volvía a su casa desde el trabajo. Ella es psicóloga y en ese tiempo trabajaba en un orfanato.

Primero me llevo a su casa, la cual era pequeña pero muy linda con un jardín lleno de flores, me hacía recordar al de casa de mis abuelos en Lorien. El camino que conducía a la casa estaba iluminado y eso la hacía más linda. Ni bien bajamos del auto, ella abrió la puerta trasera y tomo en sus brazos a una niñita que estaba dormida. No la había notado.

La mire expectante, ansioso y entonces ella me dijo:

- Es Eva. Mi hija-

Quedé desilusionado. Podría haber sido algunas de mis amigas. Pero no, estoy solo. Entramos a la casa, ella me indico que me sentará mientras llevaba a la niña a su habitación porque seguía profundamente dormida. Luego volvió y me acompaño hasta el cuarto de baño dejo que me bañara, cuando termine y salí, ella me llamó a la cocina y me dio alimento. Sabía muy bien cómo tratar a niños como yo así que no pregunto mucho, solo lo esencial, Si ¿Vivía cerca? Si, ¿Estaba solo? ¿Con quién vivía? Me observaba y mucho. Yo solo llegue a decir

-"Me dejaron aquí, solo". -

Ella se levantó tranquilamente, tomo algo de su bolso y salió de la casa, volvió a los pocos minutos, me dijo:

-Ya avisé en mí trabajo de que te encontré. Mañana te llevaré. Allí podrán ayudarte a encontrar a tú familia-

La miré un segundo y luego seguí comiendo. Sabía perfectamente que no los encontrarían. Ellos ya no existían. Además, ¿Cómo llegarían a Lorien? Así es, a Lorien, Mi Planeta. Soy extraterrestre, como ya lo habrán notado. Al menos así nos suelen llamar aquí en La Tierra. Pero no soy verde y no tengo tentáculos como suelen creer. Soy cómo cualquier humano ¿La diferencia? Es que tengo poderes, legados. Soy más fuerte y peligroso, al menos eso último me lo dijeron en mi Planeta. Pero eso es otra historia.

-¡Ven!- me dijo ella extendiendo la mano.

Yo había acabado de comer y estaba mirando por la ventana. Estaba oscuro y La Luna estaba en lo alto pero solo había una. Me resultó extraño pero no dije nada. Tome su mano y ella me llevo a una habitación ya había preparado una cama para mi. Era una casa pequeña y estaba llena de cajas por todos lados. Hacía pocos días se habían mudado allí, así que como yo, eran nuevas en el lugar.

Yo dormiría en la habitación de su hija, una pequeñita de solo 6 años y ella dormiría con su mamá. Me acosté y de tan cansado que estaba me dormí apenas mi cabeza toco la almohada.

Al día siguiente me desperté sobresaltado, estaba soñando con el Mog que me atacó. Habré pegado un grito cuando me desperté porque mi madre llegó instantáneamente y me abrazó. No dijo nada, yo menos. Solo me abrazó, y esto me causo dolor. Antes de salir de Lorien un Mog me hirió en la espalda y el abrazo me hizo abrir la herida nuevamente.

- ¿Qué te ocurre? -me dice cuando oye mi quejido.

Yo me doy vuelta y le indico que mire mi espalda. Ella levanta mi remera y ve la herida.