Los Especiales, Primer Libro De La Saga: Los Legados Oscuros De Lorien.

Capítulo 16

"Sentirme pequeña del miedo"

Buenos Aires, Argentina

Alicia Praint

Me desperté alterada, rara vez soñaba algo cuando dormía pero está vez era diferente, tal vez por estar volando tan tarde. El avión se había retrasado y lo más seguro era que iba a llegar tarde a la entrevista en la Universidad a la mañana siguiente.

Anna dormía tranquilamente junto a mí, al ver su reloj comprobé que todavía quedaban 2 horas de viaje.

Al final, ella consiguió que fuera a la dichosa orientadora vocacional y luego me había convencido de subir a un avión y pasar el último mes de clases conociendo universidades.

―Necesito tu identificación― pidió la secretaría y le extendí el pase de visitante que me dieron en el recorrido por las instalaciones

―Puedes pasar― me dijo apenas terminó de examinarla.

La primera Universidad a la que me arrastró Anna fue a en Buenos Aires a cientos de kilómetros de distancia de donde vivo, todo porque habían sido ellos quienes solicitaron la entrevista. Ni siquiera me dio a elegir. Pero no podía dejar que el repentino momento de autoridad de Anna me afectara, así que la seguí en silencio y sin pensarlo demasiado o al menos así era hasta que me dejó en la puerta de la Facultad para luego irse, a Lorien sepa donde.

Golpeo despacio la puerta y paso directamente, él ya sabía quién era.

―Permiso― digo y cierro la puerta.

La oficina es grande, con el escritorio en el centro, él decano está sentado en su silla, de espaldas a mí, seguramente contemplando todos sus títulos presumidos en la pared.

Tomo asiento, él no voltea a verme. Mi empatía se puso alerta. Lo siento indeciso, no nervioso pero si pensativo.

―¿Está bien si empezamos? o ¿Quiere que espere fuera un momento más?― pregunto, pues por lo que veo, no tiene intenciones de voltear y yo no quiero estar sola contemplando sus sentimientos. Además, así tal vez puedo irme, convencer a Anna de que esto no es lo que estamos buscando.

―Dice su expediente que es Santiagueña, ¿Por qué eligió una universidad tan lejos de su casa?― pregunta de repente.

―Todas las universidades que me interesan están lejos de casa, es lo que busco. Conocer lugares lejanos, con grandes poblaciones― digo y omito agregar que en el ta te ti que hice con la lista, está Universidad no ganó pero mi madre me había arrastrado hasta aquí de todos modos.

―Parece que quiere huir―

―No busco huir, busco conocer personas distintas, con las mismas ideas que las mías― le digo y eso no era mentira, tenía la impresión de que un tipo como este se olía las mentiras a 1 kilómetro de distancia y yo era muy buena juzgando a las personas.

―¿Es huérfana?― pregunta cambiando de tema y al fin se digna a girar en su silla y dar la cara. Al parecer es alto, imponente y con el cabello negro cortado al ras, tiene pinta de militar.

―Sí, me adoptaron a los 4 años, ¿Usted es ruso?― pregunto, de repente me pareció oír un acento diferente. Y le echo una mirada a sus títulos, ninguno parece ser un reconocimiento de la armada pero claramente si es inteligente.

―No exactamente ¿En que orfanato la adoptaron?― pregunta.

―No sé― respondo, nunca me habían preguntado algo así ni siquiera tenía una mentira para eso.