Capítulo 3

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"La Unión"


Zulia, Venezuela
Luidymar lara


Mí vida, es una interesante historia para contar, aunque antes de conocer mi historia, deben saber lo esencial.

Me llamo Luidymar Lara, tengo 17 años, vivo en Venezuela, asisto a la Universidad, y soy una chica, como decirlo…¿Conocen esa mezcla entre amargada y divertida, madura e infantil? Bueno, pues esa soy yo.
Sería genial decir que lo único no típico en mí es mi peculiar forma de ser, pero les informo que no es así. Ahora entramos en la parte donde les digo que “Soy de otro planeta” súper lindo ¿No lo creen?

En realidad, soy una Loriense nacida en la Tierra, mitad Loriense, mitad humana. Mi padre es Loriense y mi madre se encuentra en mi misma posición, es mitad Loriense, mitad humana. Pero eso es otra historia, el punto es que soy alguien importante, en Lorien, porque aquí en la Tierra, sólo soy una chica más, intentando adaptarse y ocultar sus poderes, lo más que pueda. En Lorien muchos tienen “poderes”, mejor conocidos como “legados”. Los Garde son aquellos que tienen la suerte de tener legados y los que no, son los Cêpans.

Estarán suponiendo que soy una Garde, pero no; soy más que eso, soy parte de Los Especiales o bien, Los Peligrosos, o como prefieran llamarnos. A causa de esto, pasé parte de mi infancia en La Academia, no era una mierda total, pero tampoco era el mejor lugar para una niña, quién quería te trataba bien y quien no, pues no lo hacía. En esta parte yo tenía una ventaja, ser hija de quién básicamente era el Loriense más importante, así que por ende todos querían ser geniales conmigo, mejor dicho hipócritas. Pero como suele suceder, hay excepciones, algunos niños eran realmente agradables, los llegué a conocer en ese lugar, éramos como una familia, 1 de cada categoría, y teníamos diferentes edades, pero aun así nos cuidábamos entre todos

Trece. Ese es mi número ¿No mencioné la cosa genial de que nos califican por un número? (Nótese mi sarcasmo). El número que te daban era el peligro que representabas para el planeta y la sociedad, nos calificaban del Once al Veinte.

A pesar de que yo sólo tenía 4 años, recuerdo el día que desarrollé mi primer legado, son recuerdos fugaces, un tanto confusos, sin embargo creo nunca podre olvidar lo que sentí en ese momento, el dolor de cabeza, el aturdimiento, y el desgarramiento de mí garganta, pero sobre todo el miedo que sentí, cuando vi a 5 niños caer muertos, y a 3 adultos correr desesperados, gritando, mientras tomaban sus cabezas fuertemente, tiempo después me enteré que estos, habían perdido sus legados, al parecer mi legado había afectado gravemente la parte de su cerebro que hacía funcionar sus propios legados, y que los niños habían tenido un derrame cerebral.

Canto, ese era el nombre de mi legado, el mismo día que lo desarrollé me llevaron a La Academia, alegando que yo era especial, y debía aprender a controlar mi legado, muchos me tenían miedo, pero no más del que yo misma me tenía, por días enteros no hablé, temía que al hacerlo personas murieran o se lastimaran, a mi padre le tomó algunos días hacerme comprender que mi voz no era el problema, el problema era mi melodía, era mi música, ella emitía sonidos que podían dejar en coma, sin legados o muerto a todo aquel que me escuchara cantar, luego esta comenzó a volverse hipnótica, y hablo en serio, podía hipnotizar a las personas, con solo tatarear ya las tenía a mís píes, la haciendo lo que sea que  pidiera.

Fue difícil dejar de cantar, era como si hubieran arrancado una parte de mí ser, pero por la seguridad de todos, tuve que hacerlo, y aunque no hubiera querido hacerlo igual lo habría hecho, simplemente no tenía opción. Podría decirse que llegué a odiar mi legado, que quise odiar a los que me obligaron a dejar mi música atrás, pero nunca quise ni quiero ser una resentida y estancarme en el pasado. Lo único que no pude evitar fue odiar a los Mogadorianos, aquellos que invadieron Lorien y destruyeron todo a su paso.

Aquellos culpables de la muerte de mi abuelo y probablemente también de la de mi padre. En fin, el día de la invasión los ancianos crearon un portal dimensional y nos enviaron a la Tierra con mi padre y otro Anciano más, como nuestros guías, también teníamos nuestros colgantes que en su momento nos servirían como brújulas para encontrarnos.

Luego de 13 años, mi colgante al fin se ha dignado a indicarme que camino debo seguir. Por eso heme aquí, buscando a los otros. No estoy segura de cuantos han sobrevivido, pero sé que debo encontrarlos, podría agregar el típico “aunque muera en el intento”, más no lo haré porque ¿Les digo algo? No seré una presa fácil, y no voy a morir sin dar una buena pelea, por Lorien y por todos los Lorienses caídos, especialmente por mi padre, y mi abuelo, por mis amigos y porque sé que puedo. Muchos me califican como una experta nata en la rebeldía y el descontrol, no sigo las órdenes de quién me las da, sino de quién a mí me place, hago lo que yo quiera, cuando yo quiera y como yo lo quiera, un poco altanera la joven ¿No lo creen?

Mi padre solía decirme, que soy la unión entre dos mundos, así que debo usar parte de un mundo para salvar al otro. En Lorien era considerada un peligro para la sociedad, pero espero que acá eso que me hace ser peligrosa, me ayude a salvarlos.

Llegó la hora de enfrentar la realidad, mi realidad. Tal vez, sólo tengo exceso de confianza en mí misma, no lo sé, sólo sé que somos lo poco que queda de nuestro planeta y juntos lo vengaremos.

Estoy buscando a los otros, y antes de que nuestros enemigos vengan por nosotros…

                 ¡Nosotros iremos por ellos!


Los Especiales, Primer Libro De La Saga: Los Legados Oscuros De Lorien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora