Capítulo 27

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"La Mentira Disfrazada"

En Los Límites Del Amazonas, Colombia
Sebastián Jones

Antes de salir decidí conversar con Once a solas de la posibilidad de sellar el legado que lo hacía transformarse, le mencioné que yo había usado la magia para sellar la Digitalización, de esta manera no se descontrolaba y podía manejarla a mi antojo, sin embargo, existirían tres cosas que romperían el sello:
1) Que el usuario o invocador por su propia voluntad rompa el encantamiento.
2) Que el usuario quede inconsciente.
3) Que el usuario utilice en demasía el legado sellado.
Él lo pensó pero al final acepto que sellará lo que él llamo como Lemæra, dijo que no quería vivir con miedo, el proceso de sellado duro poco tiempo. Luego decidimos formarnos en 2 grupos, yo iría con Trece y Once con su legado Steel Wings llevaría a Quince.
Por fin ya no estamos solos, 4 de nosotros estamos juntos, aun así me pregunto ¿Quiénes se encontraron primero? Una cosa es segura, 6 de nosotros estamos vivos ¿Habrán tenido la misma suerte los otros 3 que faltan? Estoy muy ansioso de encontrar a los demás, solo espero no toparme aún con algún Garde de las 2 naves que salieron de Lorien, ellos de seguro consideran que Lorien fue un planeta perfecto y no nos entenderían en lo más mínimo. Presiento que nuestra misión apenas comienza.
De nuevo me he perdido en mis pensamientos, volar hace que piense de más, me pregunto ¿Si...?
- ¿Creen que se han escapado? Ustedes son solo simples ratas de laboratorio -escuchamos la voz de un chico detrás de nosotros.
He instantáneamente sentimos como el viento nos empuja hacia abajo, con una presión enorme que me hace recordar cuando Trece me soltó como si nada temprano en la mañana, sin embargo, no es lo mismo, por más que quiera equilibrarme el poder del viento es superior y si seguimos así impactaremos contra el piso y moriremos.
En medio de toda la turbulencia a solo 15 metros del suelo siento como el aire se disipa, observo a Once y Trece controlándolo, aprovechó la oportunidad y creo una plataforma flexible de energía al estilo de un trampolín que absorbe el impacto pero la diferencia es que esta plataforma nos imantará a ella para no volver al aire, busco con la mirada a los otros para ver si están bien.
- ¿Quién rayos es ese? -pregunta Trece.
- ¿Nos llamó ratas de laboratorio? -cuestiona Once.
-Ese, es con quien luche anteriormente, el chico del viento. La verdadera pregunta es ¿Cómo nos encontró? Dudo mucho que el colgante de Lyon le haya señalado nuestra dirección ya que cuando lo observé este solo se limitaba a brillar como si aún no estuviera activo -nos cuenta Quince.
-No me importa ¡Lo mataré! -menciono con voz silente.
Comienzo a manejar rayos en mis dedos, cuando estoy a punto de lanzarlo Trece sostiene mis manos aún con corriente y me dice tajantemente.
-Sebas, detente. Nosotros no somos monstruos. ¡Cálmate! -
Mi respiración se hace forzada pero sus palabras me hacen volver en mí, tal como ocurrió en el restaurante. Una avioneta aparece y deja ver a 3 personas más aparte del conductor, divisamos una luz efímera de color azul que se va achicando y cuando se reduce completamente 2 de ellos ya no están y la avioneta procede a marcharse.
- ¿Me extrañaron? -escuchamos la misma voz.
Cuando volteamos este hace un giro en la plataforma al estilo break dance manejando el aire de forma que adquiere una característica cortante. Siento un corte en el pecho que me obliga a desaparecer la plataforma y vamos de nuevo en caída. El chico crea un tornado que lo bordea, Once y Trece se observan el uno al otro y asienten. Trece me sostiene a mí y a Quince y nos lleva sanos y salvo al piso mientras Once se queda a luchar.
-Ustedes de verdad que dan pena. Me hubiera gustado enfrentarme a la chica primero y así quitarle su colgante pero supongo que puede esperar, ya que no tardaré mucho contigo, monstruo -dice con una actitud asqueada.
Once fruñe el ceño disgustado por esa última frase, aprieta los puños y lo mira con rabia.
Su cuerpo y mente se relajan mientras el chico aún sigue hablando intentando provocarlo en vano, Once ahora decidido dice:
-Te hubiese tomado la palabra hace unos minutos y verías al monstruo que está en mi interior pero ahora, tengo a mis amigos nuevamente, y acabo de recordar lo que uno de ellos me dijo, no pienso perderlos. ¡Seré yo quién te derrote! -
Once se cubre con sus alas de acero hacia el frente y las extiende vigorosamente creando una ráfaga de viento muy poderosa que rompe el tornado que envolvía al chico haciendo que éste impacte y se dirija hacia abajo con rapidez, cuando está a punto de impactar el chico retoma el control y amortigua su caída creando una esfera de aire. Once vuelve a envolverse en sus alas.
-EL MISMO TRUCO NO FUNCIONARÁ 2 VECES -grita el chico mientras comienza a canalizar el aire a su alrededor, silbando muy fuerte.
Once extiende sus alas pero esta vez no sale una ráfaga de aire, sino que despide rocas de un tamaño colosal, es evidente que el chico no se esperaba eso y aunque utiliza su legado para rebanar y triturar varias piedras es imposible que pueda contra todas, vemos muchas rocas caer sobre él creando una cortina de arena. Once desciende guardando sus Steel Wings y se dirige hacia nosotros.
-Dieciocho ¿Estás bien? ¿Por qué esperaron aquí? ¿Por qué no me detuvieron? -pregunta Once inquisitivo.
-Sí, estoy bien. No tenemos a un sanador en el equipo pero pude arreglármelas y estoy como nuevo -le respondo.
-Nos quedamos aquí porque confiamos en ti, así como acabas de confiar en ti mismo dominando tus emociones -le sonríe Luidymar.
Todos observamos a Quince llegar arrastrando a otro chico el cual tenía el mismo atuendo que el chico de viento solo que este tenía un fular morado y su cabello era negro.
-Fue difícil atraparlo pero el Tele Transportista, ya no nos dará problemas -dice Quince.
Una vez amarrado en una posición algo compleja nos dirigimos donde se encontraba el chico de viento y cuando nos acercamos notamos que entre las fisuras de la roca sale aire y se oyen varios gritos.
-DÉJENME SALIR DE AQUÍ. PRISCO SÁCAME DE AQUÍ, ¿QUÉ ESPERAS CABRÓN? -grita incesantemente.
- ¿Qué hacemos ahora? Dispuse las rocas para aprisionarlo y no matarlo -explica Once.
- ¡Es sorprendente! Ni yo lo hubiera hecho mejor -le felicita Quince.
-A mí se me ocurre una idea, creo que él nos puede ayudar -dice Trece.
Se acerca más colocándose encima de la piedra y procede a tararear, el sonido que emite es hermoso, transmite serenidad y calma. Ella chasquea los dedos, repentinamente siento una punzada eléctrica en la cabeza.
-Chicos, ayúdenme a mover las rocas -ordena ella.
-Como usted ordene, Mi Lady -dicen Once y Quince al unísono.
Sin moverse proceden a usar su Telequinesis logrando mover la gran piedra de la parte superior de la prisión que había creado Once.
-Sal de allí -ordena Trece.
-Sí, Mi Lady -se escucha desde abajo.
El chico forma una ventisca que lo impulsa hacia arriba y se coloca frente a nosotros. Yo estoy perplejo del legado de Trece, y agradezco enormemente que no funcione conmigo. Me acerco a ella quien se muestra reacia ya que aún no sabe porque no estoy hipnotizado.
-Kevin, Lyon despierten de la hipnosis -ordena ella chasqueando nuevamente sus dedos.
Instantáneamente los observo y les digo que se detengan ya que estaban a punto de atacar al chico tornado, procedo a explicarles que Trece ha utilizado su legado y al estar cerca de ellos también les ha afectado sin embargo el chico está totalmente bajo su control.
- ¿Cómo te llamas? -le pregunta ella.
-Fech -responde él.
- ¿Por qué nos persigues? ¿Cómo nos has encontrado? -
-Perseguirlos es parte de mi misión, cuando perdimos rastro del Loriense Especial contacte con el clarividente, el cual estaba en el helicóptero que me trajo. -
-Lorienses Especiales eh, ¿Porque nos están buscando? ¿Quién les dio la misión? -sigue preguntando ella.
-No los buscamos a ustedes directamente solo queremos sus colgantes. No han especificado la razón. Nunca he visto al líder de la misión -habla robóticamente.
-Joder, estoy en las mismas. ¿Por qué quieren nuestros colgantes? ¿Dónde está el de Once? -pregunta exasperada.
-No han especificado la razón de los colgantes. El colgante que se ha obtenido puede estar en cualquier parte de América del Sur en este momento, esto con el hecho de poder atraer a los Especiales y arrebatarle los otros colgantes a cualquier precio-
-Fech escucha con atención ¿Tienes ideas donde están los demás? -le pregunta Trece calmándose un poco.
-El territorio de Los Especiales es desconocido, hubo rumores de que encontraron a uno de ellos en Venezuela pero que logró escapar. El colgante que encontramos estaba en territorio colombiano-
-Al parecer no es del alto mando o algo por estilo, lo que nos ha dicho es algo muy básico -murmuro.
-Fech, dime ¿Qué les dijeron de nosotros? ¿Cómo nos conocen tanto? -le pregunta ella, ignorando mi comentario.
-Los Especiales. Son monstruos de Lorien, estos tienen un descontrol de sus habilidades, escaparon de La Academia Loriense donde se les mantenía para que no causaran daños. Tras su huida llegaron a la Tierra, traen consigo unos colgantes los cuales tienen la capacidad de atraerse mutuamente, estos Lorienses son peligrosos por separado por lo que hay que encontrarlos y erradicarlos antes de que se encuentren y acaben con todo lo que conocemos -él se queda mudo unos instantes.
-No sé cómo saben de su existencia, lo siento Mi Lady. -concluye él.
Trece tiene una mano en su boca como si no creyera lo que le está contando, finalmente dice:
- ¡Eso es mentira! Nosotros no... -me apresuro y la abrazo.
-Fech, agarra a tu amigo y lárguense, cuando suene mis dedos no recordarás haber hablado con nosotros, sin embargo, empezarás a cuestionar tus acciones y buscar respuestas porque ellos han distorsionado todo -expresa con desagrado y hace un chasquido.
Inmediatamente vemos como Fech lo desamarra y se lleva a Prisco con él. Los 4 estamos un poco inquietos, más aún por la última respuesta que Fech nos dio. El sol se estaba poniendo, dejándonos ver un bello atardecer, me volteo hacia los muchachos y les digo:
-Bien, creo que lo mejor será descansar aquí y partir mañana ¿Qué opinan? -
Los chicos se ven uno al otro.
-Yo opino que... -dice Trece aun aferrada a mi hombro al ver que ellos no respondían.
-Si encontramos donde quedarnos podemos descansar-
Yo le doy un beso casto. Luego saco de mi mochila la Tablet y voy pensando en que digitalizar, las cabañas son efectivas pero quiero hacer algo diferente y que no me lleve tanto tiempo ya que solo lo usaremos para dormir una sola vez.
-Okey esto se ve interesante -digo mientras les enseño lo que tengo en la Tablet.
- ¿Qué rayos es esa cosa? -pregunta Once.
-Se ve... Interesante -dice Quince dudoso.
-Pues adelante mi cielo, si no nos gusta entonces nos vamos -me dice Trece juguetonamente.
-De seguro en Lorien debió de haber existido una norma de no volar en las noches -le digo a modo de broma.
-Y en contestación a tu pregunta Once a esto lo llaman "el cubo", es un invento japonés que sirve para múltiples cosas, puede transformarse en una cocina, en un baño, en un cuarto. Puedes manipular la temperatura a tu gusto. En fin, es como un remolque modernizado. Si no les agrada la idea, puedo digitalizar un remolque -
Los 3 asienten, la oscuridad nos cubre por completo, por lo que me apresuro a comenzar. Píxeleo una de mis manos introduciéndola en la Tablet, luego la sacó y expando los píxeles alrededor, estos van adquiriendo la forma de un cubo gigante. Cierro los ojos, me concentro en el diseño y en cada detalle que pude observar y cuando los abro de nuevo los píxeles terminan su labor y el cubo queda completamente digitalizado.
- ¡Muy bien! Puedes probarlo nena, si te gusta comenzare a digitalizar otro para Once y Quince. -
Mis palabras son música para sus oídos, ella sonríe divertida y se acerca ansiosa al cubo, abre la puerta y se introduce dentro. Pasan varios minutos y ella no sale. El viento esta helado, siento que me voy a congelar, los muchachos igual.
- TRECE ¿ESTÁS BIEN? TFENEMOS FRÍO-grita Quince.
- ¡Joder! Perdonen -escuchamos su voz mientras sale del cubo.
- ¡Esta cosa es increíble! Claro que nos quedamos-dice ella emocionada.
Hago el mismo proceso para digitalizar otro cubo y al cabo de 4 minutos ya está listo.
-Muy bien chicos, he terminado pero me gustaría que alguno haga un gran muro que oculte los cubos, no quiero que nadie nos moleste -les digo bostezando al final.
-Yo me encargo -dice Once mientras activa su legado.
En menos de lo que canta un gallo los muros de 4 metros están formados. Le damos las gracias y los 4 entramos en los respectivos cubos. Una vez dentro nos ruge el estómago, Trece ajusta el panel a medida que todo se empieza a rebuscar hasta que queda un espacio como de una cocina. Ambos sacamos el kit de comida que nos dio Quince y procedemos a cocinar algo sencillo.
-Extrañaré las arepas -le digo a Luidymar.
-Yo también, no pasaba un día sin que las probará. Ya sea en el desayuno o en la cena -me dice ella.
Después de comer, transformamos el lugar en un baño.
-Creo que nos tocará bañarnos juntos, ¿Te atreves? -le digo de forma seductora.
-Creo que evitaremos el baño por hoy -me dice girando el panel.
Todo se vuelve a rebuscar formando una habitación con una litera.
- ¿Tú arriba de mí? o ¿Quieres estar debajo? -lo digo en doble sentido.
-Preferiría que tu estuvieses arriba de mí -me contra ataca.
-Cuando tú quieras nena -le guiño el ojo.
Ella en cambio rueda sus ojos, se sienta en la cama de abajo, se quita los zapatos, las medias y se tumba en la cama arropándose rápidamente.
Supongo que hoy no será el día que este sobre ella pero presiento que será muy pronto.
Yo también me quito los zapatos y las medias, escalo hasta llegar a la cama de arriba, cierro mis ojos y descanso al fin de este ajetreado día.

Los Especiales, Primer Libro De La Saga: Los Legados Oscuros De Lorien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora