Los Especiales, Primer Libro De La Saga: Los Legados Oscuros De Lorien.

Capítulo 1

"RECUERDOS"

Buenos Aires, Argentina
Sofía García

Es jueves 27 de abril, hoy se cumple 1 año y 2 meses desde que llegué a este país.
Nunca antes había pasado tanto tiempo en un mismo sitio, pero aquí estoy. Si bien, no es la primera vez que estoy en Argentina, hace varios años atrás llegué aquí, escondida en un crucero. Pero sólo estuve pocos meses, me grabaron salvando a un hombre que fue aplastado por un bloque de hormigón, y subieron ese vídeo a YouTube. Me costó mucho borrar ese vídeo de la Web, y ruego que no haya sido visto por mis enemigos.
Cualquiera que pudiera oír mis pensamientos en este momento, se preguntaría ¿Qué tiene de malo haberle salvado la vida a alguien? Resulta que lo que hice para salvarlo, no fue nada antes visto en este Mundo.

¡Así es! "En este Mundo". Aunque parezco una chica normal, común y corriente, ¡No lo soy! Provengo de un planeta lejano llamado Lorien, y tengo poderes, más bien legados, y para salvar a ese hombre yo utilicé uno de ellos, mi Telequinesis. Ese día y luego de borrar ese vídeo de internet, tuve que volver a huir. Decidí irme a Brasil, me quedé unas semanas trabajando como camarera para juntar dinero y pagar mi boleto de avión a Europa. Llegué a España donde tuve que robar para sobrevivir. Deambulé por varios lugares, escondiéndome.
Mi colgante Loriense, el objeto que me entregaron los Ancianos de mi planeta, varias veces, tiempo atrás, tuvo un leve brillo, pero cada vez que iba acercándome hacía donde me guiaba, y comenzaba a intensificar su brillo, de pronto se apagaba ¡¡Sé perfectamente que significa!!
He estado en Japón, en la India, y en muchos otros países, tantos, que ya perdí la cuenta de en cuántos sitios me he ocultado.

-¡¡ES NECESARIO QUE SOBREVIVAS!!-

Es lo que me dijeron tiempo atrás, cuando me sacaron de Lorien, y eso es lo que he hecho desde entonces.
Decidí volver a Francia, porqué mi acento Loriense es muy similar. Quería instalarme allí, es uno de los países en el que me sentí más segura cuando estaba huyendo. Pero a pesar de querer vivir allí, algo muy fuerte en mí, en mi corazón, me hacía pensar en volver a Argentina. Así que sólo estuve 5 meses en Francia, tiempo suficiente para conseguir dinero para los pasajes y así volver a Argentina.
Había algo que me llamaba y por eso debía volver, a pesar del riesgo que eso significa debo encontrar qué es. Obviamente no puedo hacer una vida normal, pero si hubo algo que siempre quise hacer, a pesar de mi peligrosidad, fue ayudar a otros, por eso decidí, apenas toqué suelo argentino anotarme en la policía, y lo logré gracias a que en mis documentos "falsos", en mi nacionalidad figura que Soy Argentina, así que fue sencillo hacerlo, y debido a mí fuerza y a la ayuda de mis legados pasé las pruebas físicas y psicológicas que me mandaron a realizar. Y de allí nuevamente a La Academia, claro que a una muy diferente a la anterior, está no estaba oculta y nos permitían salir a visitar a nuestras familias. Por mi parte, como no la tengo, salía a recorrer sitios de la provincia, buscando "eso" que me atrajo e incitó a volver. Además, en La Academia Policial, me enseñaron, me entrenaron y tengo recursos por si alguna vez me cruzo con mis enemigos.

Mis enemigos, ¡Así es! Parece imposible que una chica de apenas 20 años tenga enemigos, pero los tengo. Llegué a La Tierra cuando apenas tenía 8 años. Los Ancianos de mi Planeta me enviaron junto a 9 niños más. Nos tele transportaron. ¿Cómo lo hicieron? ¡No lo sé! Pero aquí estamos. Apenas llegamos fuimos separados y enviados a diferentes partes de este mundo. Pero ni bien tuve la oportunidad, me escapé de donde estaba. Tenía miedo de dañar a los demás niños, y desde entonces estoy sola por la vida. De todo esto, ya en unos días se cumplirán 13 años, casi al mismo tiempo que elegí la fecha de mi cumpleaños, porque sobrevivir a aquel genocidio, fue como volver a nacer.

Recuerdo que en Lorien nos llamaban "Los Especiales", pero yo creo que más qué especiales, somos "Los Peligrosos". No por nada, nos mantenían lejos de todo y de todos. Encerrados en La Academia, que para mí era como una base secreta. Allí, aunque su función principal era ayudarnos, sucedía algo más.
Hasta que en un día como cualquier otro ocurrieron cosas, que creíamos que eran sólo cuentos que la gente mayor les decía a los pequeños para que se portaran bien ¡¡PERO NO FUE ASÍ!! Los Mogadorianos, una raza extraterrestre, muy diferentes a nosotros, nos invadió y destruyó nuestros hogares, aniquilo a nuestras familias y mucho me temo que nuestro planeta también.
Todo lo que conocíamos fue arrasado por estos monstruos. Nuestros Cêpans y los demás Garde lucharon para defendernos, pero perecieron. No sé por qué nos atacaron, lo único que sé es que tuvimos que huir. Y ahora estamos en La Tierra, intentando sobrevivir.
No fuimos los únicos "Rescatados". Hubo dos naves que lograron salir de Lorien, o al menos las que yo recuerdo haber visto despegar mientras corría junto a mis amigos para salvarnos de los Mogs. Algunos de nosotros pudimos usar nuestros legados para matar a alguna de esas bestias cuando se aparecían en nuestro camino. No fue difícil hacerlo, a pesar de nuestra edad, éramos fuertes.
No sé quiénes eran los pasajeros de las otras naves, ni mucho menos dónde estén ahora, nosotros llegamos mucho tiempo antes que todos ellos, gracias a que fuimos tele transportados. Sólo sé que eran Garde y sus Cêpans. Sé lo oí decir a un Anciano que estaba cerca de mí aquel día.
No tengo idea de cuántos de ellos lograron sobrevivir, pero sé que viven. En los últimos meses los noticieros sólo hablan de ellos. Naves extraterrestres sobre las ciudades más importantes de todo el mundo, y chicos de entre 15 y 17 años con poderes luchando contra esos monstruos.
¡Sé qué son ellos! La Garde vive y está luchando. Eso me da esperanzas. Esperanzas de volver a Lorien, a mi hogar, de reunirme con mis amigos. Pero hay algo que ensombrece mi esperanza y es que los Mogs también están aquí, intentando destruir lo que queda de mi raza. No sé si la Garde sabe que hay más Lorienses en La Tierra. No sé si nos buscan. Y lo más importante, no sé si los Mogs nos buscan. Pero por ahora me concentro en hacer bien mi trabajo, y no destacar en nada.
Estar en la policía me da ventajas en enterarme de sucesos qué no salen a luz, de estar entrenando constantemente para mantener mi vida a salvo, y a tener control sobre mis reacciones en situaciones límite. Eso es bueno por mi bien, pero principalmente por el de los que me rodean. Tengo legados peligrosos, si bien los dominé todos, no tuve el suficiente entrenamiento para hacerlo sin supervisión. Todo por culpa de la invasión Mog, y no quisiera dañar a la gente, cómo lo hice en el pasado.

Antes de dejarnos, los Ancianos nos reunieron a los 10, y nos pusieron un hechizo, el cual nos impide usar esos legados peligrosos, y se romperá solo cuando al menos 2 de nosotros nos reunamos nuevamente. Nuestros objetivo será luchar, y así volver a Lorien para ayudar a reconstruir nuestro planeta. Por ahora sólo somos una raza extraterrestre que vive en secreto en la tierra.

Argentina es un país hermoso, y desearía seguir viviendo aquí. Me cansé de correr. Me cansé de ir de país en país. Estoy harta de los nombres falsos, y las mentiras, de mirar sobre mi hombro constantemente para verificar que no me siguen. Harta de fingir ser quién no soy. Y últimamente, desde que vi esas noticias, pienso mucho en Lorien, en mi familia, en mis amigos de La Academia, en cómo desearía que estuvieran aquí, conmigo.

Sé que en Lorien ya nada existe. Pero me es inevitable no tenerlos presentes en mi mente. En especial a mí primo Ray, lo extraño demasiado, y a mis abuelos. Sus cuentos antes de dormir, sus abrazos, y el siempre verlos sonreír. Cuando pienso en mi familia, es en ellos en quiénes pienso con amor. ¿Mis padres? Bueno, me cuesta entender lo que pasó y no quiero tener un sentimiento errado hacía ellos. Sólo digamos que, raras veces tenía contacto con ellos, y, aun así, siguen siendo mis padres.
Me cuesta creer en todo lo que me dijeron en la Academia sobre ellos. Era muy complicado todo, y más para una niñita pequeña. Solo espero algún día saber con exactitud que pasó. Hay vacíos en mi mente, a pesar de que quiero recordar, no hay nada, es como si hubieran borrado mis recuerdos. Pero no me extraña, y más sabiendo cómo nos trataban en ese lugar.