Capítulo 20

62 10 0
                                    

"Entrevistas con el Mog"


Buenos Aires, argentina


Alicia Praint



Por mi mente pasan 1.000 cosas. La primera y más importante, el Mog aún no me ha delatado, así que lo mejor que puedo hacer por ahora es estar en el hotel. La Universidad como cortesía nos paga el hospedaje. Y por ende el Mog tiene total conocimiento de mi ubicación, y el hecho de que nadie haya atravesado esa puerta además de nosotras, luego de confirmar mi identidad, me dice que está esperando.


La segunda cosa que pasa por mi mente es ¿Qué voy a hacer? Si bien el Mog no llamó a los suyos, podría llamarlos en cualquier momento, si yo no lo contacto pronto, claro. Y como dije antes, él tiene acceso a mi información así que tarde o temprano llegaría a mis padres. Esto me deja sin opciones, pues, no pueden matar inocentes por mi causa. Mis principios, aquellos pocos que me quedan a está altura, son los que me llevaran a impedir una masacre como esta, si está en mi mano impedirla.


Me encierro en el baño a pensar. Por fortuna Anna no insistió en preguntarme nada. Sabe muy bien, que si yo no estoy muy comunicativa es porque me encuentro pensando y analizando algo, y ella respeta eso.


Al salir del cuarto de baño la encuentro dormida en el sillón. Me tomo 1 minuto para observarla, es joven, con su cabello rubio cortado sobre los hombros, su piel salpicada de pecas, duerme tranquila, verla en paz solo hace que mi determinación crezca.


― ¿Mamá? - es la primera vez, en toda mi vida, que digo esta palabra.


― ¡MAMÁ!- al llamarla más fuerte se despierta.


―Ey― dice desperezándose


―Te estaba esperando y me quede dormida. Cuéntame todo ¿Qué te dijeron?― al parecer ella no pareció percatarse de la forma en que la llamé. Luce adormilada, con su cabello un poco despeinado y siente su emoción a flor de piel. Es una gran madre, y definitivamente no merece morir.


―Me ofrecieron una beca completa para estudiar medicina, para especializarme en genética, todo eso mientras trabajo con ellos― miento.


Inmediatamente llegaron las lágrimas de felicidad y orgullo de Anna, después llamó a mi padre luego a sus hermanos y finalmente a su madre, para contarle la feliz noticia, me dejó ir a la privacidad de mi habitación a llamar a la Universidad, porque como ella dijo "Obviamente, vas a aceptar".


Con el teléfono en mano, salgo al balcón y me siento en el suelo. Me quedó observando la calle, parece un barrio agradable, hay tiendas cercas. Una panadería justo frente al edificio, en la esquina un Banco, en la cuadra siguiente un Instituto y a unas 14 cuadras de aquí, un Hospital. Todo cerca. Ah, y la Universidad me quedaría un poco más lejos, pero estaría más cerca que en mi Provincia. También noto que el andar de la Policía es más frecuente, justo que lo digo, una policía en moto se estaciona en la esquina y comienza a caminar por la vereda, custodiando.


- ¿Llamaste?- me pregunta Anna robándose mi atención.


-En eso estoy- respondo, la verdad me entretuve con el paisaje de la ciudad, tan distinto de dónde soy.


Tengo el número telefónico de la oficina del decano en una tarjetita, en realidad Anna era quien lo tenía y no dudó en ofrecérmelo.


Marco el número, resignada. La secretaria contesta al primer timbre. Eso es eficacia.


― ¡Buenas Tardes! Oficina del Dr. Apolo ¿En que puedo ayudarla?―


―Eh... Buenas Tardes, soy... soy Alicia Praint, me reuní con el Dr. Apolo y Khal Ra durante el día de hoy....―

Los Especiales, Primer Libro De La Saga: Los Legados Oscuros De Lorien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora