Capítulo 30

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"La Gran Cita"


Cuzco, Perú


Sebastián Jones y Luidymar lore



¡Estoy muy nervioso! Jamás me había sentido así. Es cierto que anteriormente ya había tenido alguna que otra novia, quizás demasiadas, pero con Luidymar todo es... diferente, cuando estoy con ella no sé cómo rayos debo comportarme y eso me inquieta, además esa chica es muy contradictoria y desafiante, pero a su vez es hermosa, carismática, graciosa y muy valiente. Todo un paquete lleno de sorpresas.


Mientras me voy arreglando para nuestra primera gran cita, recuerdos de nuestro primer beso en el Amazonas vienen a mi mente, así como nuestra pequeña estancia en la cabaña, ese momento en que literalmente cayó del cielo a mis brazos. Cuando bromee con ella en la habitación del hotel y se puso furiosa como un volcán a punto de hacer erupción. Sonrío hacía mis adentros ante tales pensamientos ya que lo único que me importaba en esos momentos y que me importa ahora es verla feliz.


-Hoy tendré una cita con Luidymar, por lo cual si lo desean pueden salir de aquí y divertirse haciendo lo que les plazca mientras permanezcan juntos o si prefieren pueden quedarse y jugar con la consola hasta que regresemos. No quiero que lo estropeen de alguna forma muchachos, hablo enserio - les dije a Once y a Quince, digo a Kevin, él por alguna razón le cogió mucho cariño a su nombre humano y prefiere que lo llame de esa forma, no me agrada, pero tampoco me disgusta.


Tengo preparadas algunas sorpresas, espero con ansias que funcionen ya que no sé qué es lo que piensa esta señorita, ella es todo un enigma. Cuando salgo de la habitación la observo a ella salir también de la suya, trago saliva y me acomodo un poco la corbata ante el calor que siento de repente, ella trae un vestido negro el cual se amolda muy bien a sus curvas, este hace juego con sus aretes, trae sandalias un poco altas de color blanco, además lleva el cabello recogido. Me dirijo hacia ella, le tiendo la mano y digo:


―Está verdaderamente hermosa señorita Lore-


Ella se sonroja un poco y me responde furtivamente.


―Usted también señor... ―entrecorta dudosa.


Me río un poco y ella me mira de forma inquisitiva por lo cual antes de que ella pierda los estribos por algo tan pequeño le solvento la duda.


―Jones, ese es el apellido que adopte aquí ―le digo en tono calmado y sereno.


―Entonces, señor Jones usted no se ve nada mal ―me dice de forma coqueta.


La observo y me pierdo ante sus esbeltos ojos azules verdosos que me vuelven loco, ambos nos sonreímos, yo reviso el reloj platino de mi manga, ya son las 18:05 p.m. cruzo los dedos esperando que todo resulte bien y que ella lo disfrute al máximo.


Cuando salimos de la casa ambos vislumbramos el ambiente perfecto del atardecer, las tonalidades naranjas del cielo en conjunto con el sol a punto de esconderse. Ella toma mi brazo cuando caminamos hacia el Koenigsegg Agera R que previamente digitalice, le abro la puerta del copiloto, una vez sentada cierro la puerta con delicadeza y me apresuro a la puerta del conductor. Cuando ya estoy dentro enciendo el auto escuchando como de forma sencilla el motor enciende mientras Luidymar coloca su mano sobre la mía, me mira una vez más con esos ojos tan hermosos y me pregunta:


― ¿A dónde vamos?


―Es una sorpresa ―le respondo mientras le guiño un ojo.


―No me gustan las sorpresas ―dice cruzando sus brazos en su asiento.


―Supongo que no me queda de otra, está bien. Sorpréndame ―dice alzando los hombros.


Piso el pedal y comienzo a conducir a través de la avenida hasta llegar al centro de la ciudad. Trece admira los edificios imponentes, las esculturas y jardines, yo la admiro a ella, su cabello armoniosamente recogido y su piel bronceada, de verdad que es todo un bombón, me pregunto en que estará pensado en estos momentos.

Los Especiales, Primer Libro De La Saga: Los Legados Oscuros De Lorien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora