Los Especiales, Primer Libro De La Saga: Los Legados Oscuros De Lorien.

Capítulo 40

"SIN ESTAR PREPARADOS"

INTIPUNKU - Cuzco, PERÚ

Dante Flores

- ¿Zueyker? -repito, no entendía nada de lo que estaba pasando y por qué ese apellido me era extrañamente familiar.

- Veamos, a quien tenemos aquí -dice posando sus manos tras su espalda con porte militar.

-Las chicas son muy jóvenes, no hay duda de que son Doce y Trece y ustedes 2... -

- ¿Quién rayos te crees que eres? ¿Piensas que tenemos miedo de todo el arsenal que has traído? Pues estas muy equivocado -dice Sebastián con mucha convicción.

-Dieciocho, más claro que el agua, tú y él tienen una actitud muy particular -expresa casi al mismo margen inexpresivo de Alicia.

Me observa de pies a cabeza.

-De ti no me acuerdo, ¿Once o Diecinueve? ¿El principio o el final de los números? -comenta serio.

Sebastián se prepara dejando a relucir esa energía algo desbordada de sus manos, estando dispuesto a atacar en cualquier momento. A mí me preocupaban mucho las chicas, sobre todo Alicia, la cual nos advirtió desde que salimos a buscar a Lyon que algo así podría pasar.

Zueyker trona sus dedos, los convoyes los cuales ya nos estaban apuntando dispararon misiles, estos son tan rápidos que no me dan chance a reaccionar, si no fuese por el rápido accionar de Dieciocho en hacer un campo de fuerzas probablemente estuviésemos en serios aprietos.

Trece se puso al frente, tomo impulso para aplaudir muy fuerte apuntando hacia ellos, no formó un terremoto, pero sí logró abrir una grieta en medio del abismal ejército, esta grieta se abría más y más obligándolos a reagruparse y preocuparse por ellos.

-Nada mal, pero no vine preparado para perder ante ustedes -dice desplegando unos guantes de un maletín compacto.

Se va acercando mientras los convoyes vuelven a disparar contra nosotros, Dieciocho está ocupado manteniendo la estabilidad del campo de fuerzas, Luidymar usa la geografía del lugar para atacar sin salir del domo protector, Alicia no pierde el karma, ataca con telequinesis y analiza todo a su alrededor. Por mi parte estoy en claras desventajas, no sé luchar en equipo por lo menos no sin haberme preparado antes como lo hice con Sofía.

Debo tratar de ingeniármelas para intercambiarme de lugar con uno de ellos y usar la gravedad para elevarlos hasta la termosfera, no la he usado para eso, pero imagino no ha de ser tan difícil.

-Primero ha de caer el más fuerte, sin ti los demás no tendrán a quien seguir o que hacer -menciona Zueyker activando su dispositivo golpeando con furia el escudo de Dieciocho.

Pensé que perdía su tiempo al ver que nada pasaba, el escudo seguía intacto, Zueyker golpea una y otra vez, cada golpe más furioso que el otro, al quinto golpe el guante comenzó a emitir una luz verde intensa y tras el siguiente golpe el campo de fuerzas estalló como si de un vidrio roto se tratase. Dieciocho sostenía su cabeza con presión, algo le había hecho ese guante, intenté ir hacia donde él estaba cuando todo se oscureció, sentí como una fuerza me había repelido y mandado a volar por los aires.

Despierto tirado en el suelo, sangre salía de mi boca y de mi cabeza, la caída que sufrí se sentía devastadora, comencé a levantarme con dificultad, no escuchaba nada, solo un pitido que se hacía tenue cada vez más, alcé la mirada hacia adelante tratado de enfocar lo que sucedía a mi alrededor, varias figuras negras movilizándose, caminando lentamente hacia mí. Cierro los ojos y vuelvo a abrirlos para ver con más nitidez, una figura algo grisácea, más grande se divisa, deja de moverse y es allí cuando me doy cuenta de lo que está pasando, sin pensarlo me intercambio de lugar con una de esas figuras oscuras, escucho un sonido de bomba muy cerca, y luego la figura explotando en un soplido de cenizas.