Los Especiales, Primer Libro De La Saga: Los Legados Oscuros De Lorien.

Capítulo 37

"Emociones & visiones"

Ruinas de Machu Picchu, Perú.

Alicia Praint

Cuando nos reunimos los 7 en Perú, fue un shock, un boom en todo mi organismo que había roto el eje con el que reinaba mi autocontrol.

¿Por qué? Porque tuve que aprender a usar mi legado de empatía prácticamente desde cero, no porque olvidará como usarla, sino porque los sentimientos de los Lorienses, al igual que todo otro aspecto de ellos, eran mucho más fuertes y profundos y por ende era mucho más difícil mantener al margen que los sentimientos humanos.

Entonces caí en un grupo integrado por las criaturas más emocionales de este planeta, y posiblemente de cualquier otro.

Ira, amor, celos, preocupación, desesperación e incluso felicidad. Todos sentimientos de personas diferentes, rodeados de recuerdos diferentes que me gritaban porque los sintiera, y a eso le sumaba mis propios sentimientos, que junto al grupo no hacían más que querer salir de la caja en donde estaban encerrados.

Entonces, cree mi propio mecanismo de autodefensa. Hacer listas, listas de los peores o mejores momentos, dependiendo de la situación, que lograra que yo crea que había vivido cosas peores. Y eso es lo que intentaba hacer ahora mismo, en esta biblioteca, porque había deducido que la habitación en la que había aparecido luego de ver los recuerdos del libro era eso, una biblioteca. Y seguramente una Loriense, muchos, por no decir todos, los libros estaban escrito en nuestro idioma natal.

Y entonces estaba yo, sola, con miedo, encerrada en una habitación sin puertas y ventanas sintiéndome totalmente claustrofóbica y sin poder usar legados. Así que intentaba hacer una lista sobre todos los malos momentos.

En primer lugar, siempre estaba el festival donde murieron las Quimæras.

En segundo lugar, y recientemente vivido, estaba el día en que las naves Mogadorianas llegaron al planeta.

En tercer lugar, el día en que me sentí un monstruo por modificar la memoria de mi padre.

En cuarto lugar, estaba haber matado al viejo del desguace y seguido haber corrido de esa Mogaboa y abandonar a Dante.

Ahora tal vez el tercer lugar lo tenga el haber encontrado ese libro, porque sea lo que sea que esté pasando, comenzó cuando ese libro apareció y no era un buen momento para morir. Al menos no si íbamos a morir en una biblioteca y no en batalla.

Entonces mientras termino de hacer mi lista, sentada en el piso junto a uno de los estantes de la pared, noto como aparecen, como si se hubieran tele transportado, Sofía y Dante. Para mi suerte tengo la suficiente confianza con ellos para no limpiar mis lágrimas.

Mientras ellos siguen mirando con recelo a su alrededor, juntos espalda con espalda listos para el ataque, me levanto del suelo y corro a abrazar a Sofía por estar más cerca. No sé qué es lo que hizo que ella no me atacará por la sorpresa, si fue que me reconoció automáticamente o porque vio mi cuerpo tembloroso acercándose desesperado. Por fortuna, y gracias a los 15 centímetros que me sacaba me devolvió el abrazo con fuerza y me sostuvo mientras sollozaba sin disimular. Podía sentir la presencia de Dante junto a nosotras, seguramente sorprendido por mi actitud tanto como asustado.

-Alicia estoy pensando motivos horribles para que estés así ¿Puedes decirme que pasa? - preguntó Sofía.

- Vi algo... algo fuerte y no... No tengo legados, y tuve... tengo mucho miedo- digo intentando dejar de llorar, mi voz suena muy mal, para iniciar por el llanto y para terminar porque seguía abrazada a Sofía.