Los Especiales, Primer Libro De La Saga: Los Legados Oscuros De Lorien.

Capítulo 36

"Atracción"

Machu Picchu, Perú

Kevin J. Anderson

-Deberíamos volver-me dice Sofí frenando su andar.

-¿QUÉ? Ya hemos avanzado mucho, la cueva está lejos- le digo mientras hago ademanes, y me arrepiento al instante. Lo que dije y como lo hice sonó más a un niño malcriado al que no le quieren dar su paleta, que a un joven.

-Deberemos buscar un sitio para acampar- le digo cambiando el tono de mi voz, ella al notarlo sonríe.

Estoy comenzando a ver si algún sitio es apropiado para ella, quiero que esté cómoda, cuando nuevamente habla:

- No me refería a eso Kevin- dice.

- Quiero volver... con los demás -agrega.

Yo me acerco al oírla.

- ¡¡ES MACHU PICCHU SOFÍ!! ¿Qué otra oportunidad crees que tendremos de estar aquí? ¡Piénsalo! -le digo muy emocionado, mientras la tomó de las manos, ella ríe al verme así.

- ¡Lo sé! Pero los demás deben estar esperándonos -me responde.

- Ellos pueden esperar un poco más, son 5, con diferentes poderes ¿Que les podría pasar? Se pueden cuidar muy bien solitos ¡Créeme! -

-Lo sé... Lo sé-repite ella mientras me suelta las manos y voltea a mirar el camino hacia donde deberíamos volver.

- Acaso... ¿Es otro el motivo? -le pregunto.

Ella voltea a verme un segundo y luego sigue mirando el camino a la ciudad, pasan unos minutos y cuando voy a hablar nuevamente ella dice:

- Ya estamos juntos. Solo digo, que deberíamos volver. Yo vine por ti, el colgante me guío a ti, no existe ningún otro motivo... Podríamos buscar a los otros y volver a las ruinas, ¿Luego? -me dice haciendo una mueca esperando convencerme. Ahora la niña parece ser ella, con su dulce y angelical rostro intentando convencer a su padre de hacer algo.

Yo la miro admirado por su belleza, pero noto que está intranquila.

- ¡Algo te ocurre! Ayer estabas muy emocionada de ir conmigo a las Ruinas ¿Qué ha pasado? Acaso ¿Es por mí?... ¿Por los besos? -

- No, no tiene nada que ver contigo. Y los besos, pues ha sido un pequeño juego, solo eso - me dice acariciando mi rostro.

-Siento algo extraño. No sé bien que es -se apresura a decirme, noto el nerviosismo en su voz, luego se recarga sobre el árbol más cercano. La noto cansada.

Pasan varios minutos, nadie habla, ella mira su celular, lo mueve de un lado a otro esperando milagrosamente tener cobertura. Por mi parte, ya encontré un sitio perfecto para descansar, se ve que alguien ha construido una pequeña casita al costado de un montón de rocas, más bien un refugio con troncos caídos, pero se nota que fue hace mucho tiempo ya que algunas partes se han derrumbado. Mientras Sofí sigue buscando señal, yo lo arreglaré para que pasemos la noche aquí he intentaré convencerla de seguir camino a las Ruinas, falta muy poco para llegar a la cima.

- ¡Vaya! No has perdido el tiempo -dice ella al acercarse al refugio que estoy reparando.

- ¿Necesitas ayuda? -

- No, ya termino. Aunque... ¿Podrías echarle una miradita a la cena? -

- Perfecto- dice ella.

- ¡Lo sé, lo sé! Muchas gracias por decirme cuán perfecto soy, pero no hacía falta -le digo haciéndole caras graciosas y ella echa a reír, pero de pronto la veo tambalear.