Me miro en el gran espejo, excesivamente decorado, mientras mi asistente Personal, Jenny, se encarga de peinarme. Ella siempre se asegura de que mi aspecto sea el del príncipe hermoso y Envidiable que se supone que soy. Me parezco a mi madre en el pelo rubio, los Ojos oscuros y la piel blanca. El aspecto es lo único que he heredado de la Princesa española que actualmente es la reina consorte de Inglaterra. Su carácter Cariñoso, responsable y obediente se me escapa, para disgusto y frustración del Rey Alfredo de Inglaterra. Su esposo. Mi padre.
Mi viejo es un gran defensor de las tradiciones, los valores y las reglas. Unas Reglas pasadas de moda y, si me preguntan, totalmente irracionales. Al Parecer, la edad moderna pasó de largo a la monarquía. El traje que llevo, ajustado por todos lados y de color negro, es tan inconformista como yo. Es muy ceñido y deja mucho a la imaginación. Además, llevo mis zapatos Gucci leather brogue bootunos y los labios brillosos por el labial, muy llamativo. Sin duda, mi atuendo hará que el rey alce sus pobladas cejas y, como de costumbre, no me podría importar menos.
Cierro los ojos, perdiéndome de vista mi indecente imagen mientras Jenny Me termina de dar los últimos toques.
—Puede sonreír si le apetece, ¿eh? —Comenta, —. Al fin y al cabo, es su cumpleaños.
Abro los ojos y vuelvo a contemplarme. Esta vez me fijo en los ojos oscuros y huecos que me devuelven la mirada en el espejo. Hoy cumplo treinta años. Se Supone que con esta edad ya debí de haberme casado con alguna aristócrata de Sangre azul, alguien como Jennie Sampson. La hija de David Sampson, amigo Del rey de toda la vida y uno de sus consejeros, es la mujer que mi padre ha Elegido para mí. Lástima que su elección no coincida con la mía. Por varias razones y No pienso casarme con Jennie. Nunca.
—Dime, ¿qué razones tengo para sonreír?
—No a todo el mundo le organizan una fiesta en los jardines de palacio para Celebrar su cumpleaños.
Alzo la vista hacia Jenny.
— ¿De verdad crees que lo de hoy lo han organizado pensando en mí?
En vez de responderme, coge su bolso de mano y guarda dentro un Brillo labial y otros productos de maquillaje, sé que lo hace por mí es su manera de siempre dejarme presentable para todo el mundo. Jenny lleva acicalándome y Preparándome para la vida de palacio desde que tengo uso de razón. Sabe lo que pienso sobre Claringdon, las fiestas en el jardín y los actos en los que debo Codearme con la realeza y la aristocracia.
—Trate de divertirse.
Por detrás de Jenny veo que entra Kim, mi bajita asistente personal, tan formal como siempre. Lleva un serio traje de chaqueta gris y el pelo sujeto en la nuca con un clip. No hago caso de su ceja alzada cuando se da cuenta de la ropa austera que he elegido para la fiesta.
—El coche lo espera.
—Gracias.
Respiro para infundirme valor ante la tarde que tengo por delante.
— ¿El móvil?
—En su bolsillo izquierdo.
Le doy las gracias con una inclinación de cabeza y salgo de mis habitaciones con Kim pegada a los talones.
—¿Cuánto rato voy a tener que aguantar? —le pregunto mientras recorremos la galería que rodea el palacio de Kellington, una de las muchas residencias reales que hay en el centro de Londres.
Es recargado y brillante, como debe ser todo palacio real que se precie. Mientras caminamos hacia el coche, me fijo en las paredes, llenas a rebosar de retratos de mis antepasados, todos vestidos de manera correcta y respetuosa, todos intimidantes. Un día mi retrato colgará junto a los suyos y, sin duda, será tan regio como los demás, pero, en mi caso, ese retrato no será más que un espejismo, una sombra, un reflejo de la realidad o, para decirlo sin rodeos, una mentira.
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MI ALTEZA ~KOOKMIN~
Teen FictionJimin es un Principe Rebelde. Jungkook un Actor Sexy de Hollywood. Una Pasion Prohibida, convertido en un Amor Prohibido. ¿Podran enfrentar todas las complicaciones que representa ser un miembro de la monarquia real para poder estar juntos? -----•...