—Alteza. —Sus labios forman una línea fina, demasiado fina.
Me estremezco, respirando con dificultad e incapaz de adivinar por qué está tan enfadado y, lo que es aún más importante, por qué me preocupo tanto que lo esté.
—¿Señor? —me pregunta Damon, mirándome.
—Todo está bien, gracias, Damon.
Le sonrío, pero es una sonrisa tan forzada que no lo engaño. Igualmente entra en la casa y cierra los ventanales, montando guardia desde dentro.
—¿Puedo ayudarlo en algo? —inquiero, ordenándole a mi mente que se calme, aunque sé que eso va a ser imposible teniéndolo a medio metro de distancia, así que, a pesar de que voy descalzo, subo los escalones del camino de mármol que lleva a los jardines botánicos.
—La noche está fría —comenta Jungkook, siguiéndome.
—En ese caso, tal vez debería volver a entrar. O, mejor aún, volver a casa.
—Cualquiera diría que está tratando de librarse de mí...
—Así es.
Cuando el camino se bifurca, giro a la derecha y sigo caminando, con la vista fija en la grava blanca que cubre los parterres a lado y lado del camino. Las piedrecitas brillan con la ayuda de los pequeños focos que hay ocultos entre las plantas para iluminar el camino.
—No debería haber venido.
—Es de mala educación rechazar la invitación de un príncipe.
—También es de mala educación azotar a un príncipe, pero eso no le impidió hacerlo, ¿no es así, señor Jeon?
—El príncipe lo estaba pidiendo a gritos, coqueteando, provocándome. — Inspira hondo y suelta el aire en un suspiro—. Pero al parecer no pudo conmigo.
Me detengo en seco con la vista clavada al frente.
—Yo no pedí nada —miento—. Y evidentemente que puedo con usted.
Jungkook se pega a mi espalda y me acerca la boca al oído. Un chispazo prende llamas en mi interior. Cierro los ojos y hace que me altere la respiración, pero mi cuerpo se niega a romper el contacto.
—Alteza, ¿tiene la sensación de que al fin ha encontrado a un hombre que está a su altura?
Sí, es exactamente así, y eso me da pánico. Jeon Jungkook es capaz de quitarme el descaro que uso como escudo con sólo lanzarme una de sus ardientes miradas.
—¿Es consciente de que lo echarán del país si se huelen que está interesado en mí?
Es lo que ha pasado cada vez que mi padre se ha enterado de que ando con alguien, y lo que seguirá pasando una y otra vez hasta que me rinda a sus exigencias y me case con Jennie Sampson.
—En ese caso, me esforzaré para que no se huelan nada.
—El rey siempre se entera de todo; tiene sus fuentes.
—No creo que sea el rey lo que le da miedo, Jimin.
Su lengua me roza la oreja y traza una línea bordeándomelo, despertando todos los nervios de mi cuerpo.
—Creo que tiene miedo de mí —añade.
Me relajo un poco, apoyándome en su pecho.
—No tengo miedo de usted.
—Mentiroso —susurra.
Me estremezco y sé que no es culpa del frío de la noche.
—¿Quiere que le demuestre que no puede resistirse a mí?
ESTÁS LEYENDO
MI ALTEZA ~KOOKMIN~
Ficção AdolescenteJimin es un Principe Rebelde. Jungkook un Actor Sexy de Hollywood. Una Pasion Prohibida, convertido en un Amor Prohibido. ¿Podran enfrentar todas las complicaciones que representa ser un miembro de la monarquia real para poder estar juntos? -----•...