No importa que lleve un traje distinto cada vez. O que los zapatos sean diferentes. O que el pelo y el maquillaje hayan cambiado. Yo siempre veo al mismo hombre hueco.
Se me sale una mueca cuando Jenny me tira del pelo, para acomodarlo.
— ¿Brillo en los labios?
—Si —respondo.
Sé que debería no aplicármelo por la estúpida ética del hombre, pero el rebelde que vive en mí se niega, si supieran que mi yo interior salio igual a mi tio.
Me separo del espejo y me contemplo. Las marcas de las muñecas ya casi han desaparecido, aunque son detectables si te fijas mucho.
—Estoy pasable. —Cojo mi teléfono y dejo que Jenny aplique los últimos retoques al maquillaje—. Gracias.
Kim aparece en la puerta de la suite.
—Hora de irnos, señor.
—Ya voy.
Aire. Mucho aire. Lo hago entrar en los pulmones y salgo, atrás de Kim.
—Ponme al día —le pido.
—El dueño y el resto de su plantilla lo estarán esperando para darle la bienvenida. Harán una presentación y luego puede decir unas palabras, si quiere, antes de destapar la placa y declarar inaugurada la galería. ¿Ha preparado algo?
—¿Algo? —Me agarro al barandal cuando llegamos a la escalera—. Pero ¿qué se supone que tengo que decir?
—Le pasé un discurso preparado esta mañana. Me dijo que añadiría algunas palabras de su propia cosecha.
Por mucho que me esfuerzo, no logro recordar esa conversación. Me disculpo encogiéndome de hombros, y Kim suspira y me entrega una hoja de papel.
—Tome.
—Gracias. ¿Habrá alcohol?
—Puede tomarse una copa.
—Eres tan generosa, Kim...
Podría tomarme una botella. O diez.
—Suponemos que entre la prensa habrá paparazzi de las revistas del corazón —me advierte mi secretaria, mirándome de reojo mientras baja la escalera a mi lado—. Seguridad intentará mantenerlos tan alejados como sea posible, pero seguro que harán preguntas sobre los últimos titulares. Ignórelos. Estaba previsto que el recibimiento oficial fuera en la calle, pero hemos cambiado el protocolo.
—Muy bien.
Sonrío a Damon cuando me abre la portezuela.
—Está precioso, señor.
—Muy amable por tu parte, Damon. —Me siento en el asiento trasero y le dirijo ahora una sonrisa de discreción—. Lástima que nadie vaya a disfrutarlo.
Él alza las cejas como si no estuviera de acuerdo.
—Si usted lo dice...
La puerta se cierra, Damon vuelve a su sitio y Kim se sienta en el asiento del copiloto. Se pega al móvil y se pasa el camino comprobando que todo esté a punto.
Me fijo en que vamos a llevar un coche de escolta delante y otro detrás. De repente, la puerta se abre y Tae se sienta a mi lado, echándose el pelo hacia atrás con las manos. Está muy guapo y elegante con el esmoquin.
—Hola —me saluda.
Me agarra la mano y la aprieta; es su modo de decirme que todo está bien entre nosotros.
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MI ALTEZA ~KOOKMIN~
Novela JuvenilJimin es un Principe Rebelde. Jungkook un Actor Sexy de Hollywood. Una Pasion Prohibida, convertido en un Amor Prohibido. ¿Podran enfrentar todas las complicaciones que representa ser un miembro de la monarquia real para poder estar juntos? -----•...