Capitulo 24

3.3K 456 67
                                    


Cuando abro los ojos a la mañana siguiente, la luz del televisor ilumina la habitación. Tengo el cuerpo muy calentito y la mente en paz. Mi cabeza sube y baja al ritmo de la respiración de Jungkook. Su torso se extiende ante mis ojos. Tengo una mano en su pectoral y una pierna por encima de sus muslos.

Levanto el cuello y lo encuentro mirándome, con la espalda apoyada en el cabecero.

—¿Estás cómodo ahí abajo?

Me da un casto beso en la cabeza mientras empiezo a estirar brazos y piernas involuntariamente.

—Oh, Dios mío. —Gruño de placer al notar que los músculos se estiran—. ¿Qué hora es?

—Las siete.

Desciende por la cama hasta que quedamos a la misma altura, cara a cara.

—¿Por qué has puesto la tele?

Él disimula una sonrisa.

—Creo que pronto va a haber un avance informativo.

La nota de prensa. Tengo mariposas en el estómago; son los nervios. Miro hacia la tele y veo que Jungkook ha elegido la BBC para informarse. Me parece absurdo que se considere una noticia que dos personas hayan decidido salir juntos, pero es así.

—¿Se sabe cuándo van a emitir la nota?

—No creo que la prensa tarde mucho en volverse loca. —Jungkook apoya una mano en mi cadera y la aprieta para llamarme la atención—. Estás nervioso.

Me apresuro a tranquilizarlo.

—Sí, pero son nervios buenos. Tengo muchas ganas de poder salir a la calle contigo sin esconderme. No me da miedo la reacción de la gente, sino las represalias de mi familia.

Jungkook me dirige una mirada de compresión.

—No hemos hablado de lo que pasará cuando el polvo de la explosión se haya asentado.

—Si es que alguna vez se asienta... —murmuro, uniendo las manos como si fuera a rezar y colocándolas en la almohada, bajo mi mejilla.

—Se asentará. —Me aprieta la cadera de nuevo, como pidiéndome que tenga un poco más de fe—. Y entonces necesitaremos saber cómo actuar.

—¿Qué quieres decir?

Él pone los ojos en blanco, algo exasperado.

—Tal vez no te hayas dado cuenta, pero yo no soy de por aquí.

—Ya.

Me siento un poco tonto. Hasta este momento no he pensado en las consecuencias lógicas de nuestra decisión.

—Bueno, está claro que tú sí has estado pensando en ello.

—Sin parar —admite, tan tranquilo.

—¿Y?

—Quiero que vengas conmigo a Estados Unidos. O, mejor dicho, quiero que me acompañes a todas partes. Donde quiera que vaya, te quiero a mi lado.

Eso suena perfecto, pero es poco realista.

—¿Eres consciente de que la logística va a ser una pesadilla?

—¿Por qué?

—Porque tú eres tú y yo soy yo. Por no hablar de que, probablemente, me quitaran todos los privilegios, y eso incluye mi asignación y la seguridad.

Las consecuencias de mi relación con Jungkook no me preocupa en absoluto, pero, hasta este instante, no había pensado en lo que van a suponerle a él, sobre todo a nivel económico. Si algo sé es que la seguridad no debe de ser barata. Me tumbo de espaldas, desanimado.

MI ALTEZA ~KOOKMIN~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora