DIA 31 ANUNCIO

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Seijuuro presionó una oreja contra el estómago de su Kouki  con las manos deslizándose por las caderas mientras esperaba... escuchaba.

Podía sentir la mirada de sobre él y al echar una mirada alrededor; vio a todos sonreír y ojos llorosos porque; ¿Cómo no podían estarlo?

Tomo de aire y esperó de nuevo, lo sintió entonces fuerte y claro, haciéndole derramar lágrimas de felicidad, sintiéndolo de nuevo pero en la mejilla.

Tomo de aire y esperó de nuevo, lo sintió entonces fuerte y claro, haciéndole derramar lágrimas de felicidad, sintiéndolo de nuevo pero en la mejilla

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Kouki estaba realmente nervioso. Todo era usual.

La usual reunión una vez al mes de todos sus amigos.

La usual risa escándalosa de Takao y Kise.

La usual pelea por quien comía más de Kagami y Aomine.

La usual charla tranquila de su ahora prometido y su mejor amigo Midorima.

La usual charla ya no tan extraña  entre Kuroko y Murasakibara mientras esté comía sus dulces y el peliazul bebía su malteada.

Kouki se levantó con tranquilidad, respiró lo más natural que los nervios le dejasen. Le pidió ayuda a un extrañado Kasamatsu para subir a la mesa de centro y lo hizo.

—Seijuuro— grito

No solo llamó la atención de su amado si no; claro, de todos los presentes.

—Estoy... esperando... un bebé tuyo—

Y el caos se desató.

Cuando el médico confirmó el embarazo de Kouki, fue como si el piso cayera debajo de sus pies de la mejor manera posible

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Cuando el médico confirmó el embarazo de Kouki, fue como si el piso cayera debajo de sus pies de la mejor manera posible.

Era su sueño, lo sintió en cada fibra en su cuerpo.

Encontró un amor incondicional con Kouki, Su amor floreció en una víspera de verano cuando acepto su amor y el del castaño y se hizo aún más realidad cuando este le dio semejante noticia.

Oficialmente estaban saliendo, en privado y en público,
fue el quien se propuso.

Ambos estaban listos para seguir adelante y Seijuuro nunca había estado más seguro en su vida.

Cuando sintió otra patada, una tercera, solo pudo llorar de alegría, para Kouki que ha pasado por mucho desde que están juntos, desde Seirin con lo que creía su amor no correspondido hasta justo ese ahora con vida en su vientre, lo habían hecho funcionar.

Siempre lo hacía funcionar porque Seijuuro le había jurado que haría lo imposible, posible.

Seijuuro presionó besos, muchos besos en su rostro sonriente mientras sollozaba un "gracias"

Ellos lo hicieron.

Ellos lo hicieron perfectamente.

Siempre quisieron una familia juntos y ahí estaban y ahí se quedarían.

Porque se amaban.

31 DIAS DE AKAFURIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora