31 DIAS DE AKAFURI

DIA 9 SUERTE

Suerte... Esa palabra de seis letras que a ojos de un envidioso es la palabra que usaría.

Es suerte.

Kouki veía como su novio se esforzaba en la universidad y no solo en ella

En todo. En su vida diaria, en la empresa y con el; con su relación.

Y por eso lo amaba.

Entonces odio escuchar eso de un tipo promedio, porque vaya; quizá Kouki lo era también, quizá también tenía suerte de salir con el "Gran Akashi Seijuuro, el emperador", pero jamás se atrevería a decir que el duro trabajo de Seijuuro era "suerte".

Lo veía esforzarse estudiando, trabajando en el cuerpo estudiantil de la universidad, se esforzaba entrenado para el equipo y sabía lo hacia en su trabajo de la empresa.

Seijuuro no tenía suerte, se la ganaba.

—Te digo, malditos ricos y su suerte—

—Quiza si te esforzarás más, tu suerte sería otra— respondió por inercia ya molesto

—¡¿Y tú qué sabes de mi esfuerzo?!—

—¡¿Y tú qué sabes del esfuerzo de Seijuuro?!—

—Claro, lo defiendes porque te encanta retozar cuando te folla, zorra—

Y ahí se acabó su buen humor, si es que había tenido uno ese día. Por alguna razón estaba muy sensible, así que no dudó en dar el primer golpe.

Primero; porque había insultado el duro trabajo de su novio y segundo; porque nadie le denigraria de esa manera por ser su pareja.

Así que media hora después, se encontraba en la sala de enfermería, en una camilla sosteniendo en una mano, una gasa ensangrentada para cubrir su nariz y en otra la suspención de tres dias.

—¿Creiste que irte a los golpes era lo mejor para la situación?—

Kouki gimió de dolor y vergüenza en cuanto escucho la voz de su novio y solo bajo la cabeza sin decir palabra alguna, que humillación. Nunca había pasado por algo como eso y el que su novio le viera era aún peor.

Seijuuro acortó la distancia y tomo con la punta de sus dedos el rostro de su pareja, levantándolo para poder ver su mirada castaña, esa que brillaba con solo verle.

—No necesitas defenderme Kouki— aunque en el fondo bullera de felicidad —Mira nada más como dejaron tu rostro, voy a matarlos—

O si; y Kouki sabia que barreria con el tipo, así que era mejor calmar la sed de sangre del emperador o rodarian cabezas.

—N-No es necesario Sei, es solo un golpe, pequeño sin importancia, yo lo dejé peor—

Le tomo de la mano evitando que saliera de la enfermería; porque tenía la intención, para evitar que se fuera.

Entonces Seijuuro pareció reaccionar, su rostro se coloreo como pocas veces y; volteando con lentitud encaro a su novio.

—¿Me llamaste Sei?—

Esta vez fue turno de Kouki de sonrojarse hasta las orejas, lo había dicho por inercia.

Boqueo avergonzado, sin saber bien que palabras utiliza ya que a pesar de llevar casi un año juntos a penas había logrado quitarle la muletilla a su nombre.

—Hoy es mi día de suerte...—

Seijuuro ignorante de cual había sido el motivo de la pelea de su novio y el; próximamente sin cabeza estudiante desconocido, vio intrigado como solo se llevaba una mano a la frente y la golpeaba con ella mientras se reía.